Según el informe UrbanTUR 2016, que elabora la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), en las 22 ciudades analizadas ya hay 362.493 plazas en viviendas ofertadas en las principales plataformas de alojamiento turístico. Superan así en un 5% las plazas hoteleras, que se sitúan en 330.258.
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El informe de Exceltur subraya la opacidad «que prevalece en el seguimiento y control de la actividad de esta nueva tipología de alojamientos en las ciudades, que dificulta conocer su cuantía y evolución«.
En este sentido, se resalta la pérdida de la prioridad política en turismo desde las distintas administraciones, que ante la evolución de la demanda y la dinámica urbana ha perdido estatus y relevancia.
Barcelona, Madrid y Valencia se mantienen como las ciudades españolas con mayores niveles de competitividad turística.
Por detrás se encuentran San Sebastián, Málaga, Sevilla, Palma de Mallorca, Bilbao, Santiago de Compostela y Gijón.
El estudio armoniza los resultados dividiendo las ciudades según su dimensión. De este modo, Palma de Mallorca se encuentra la primera en las ciudades medias (entre 200.000 y 500.000 habitantes), por delante de Bilbao, Gijón y Las Palmas.
San Sebastián es líder entre las ciudades pequeñas con población inferior a los 200.000 habitantes, por encima de Santiago de Compostela, Santander y Salamanca.
UrbanTUR 2016 destaca que las ciudades españolas se enfrentan a retos nuevos que no formaban parte de la agenda del turismo urbano hace cuatro años, y que tienen actualmente profundas implicaciones sobre su propio modelo de ciudad y de convivencia ciudadana. Es el caso de los alojamientos turísticos en plataformas como Airbnb.
Valencia presiona a quienes se lucran con Airbnb
¿Por qué un propietario de una vivienda destinada al uso residencial debe pagar los mismos impuestos que otro que hace negocio con ella?
Es lo que plantea el alcalde de Valencia, Joan Ribó, partidario de realizar los ajustes correspondientes en concepto del impuesto sobre bienes inmuebles, el IBI.
Desde el consistorio aún están estudiando cómo podría llevarse a cabo, tras descartar una tasa para las viviendas turísticas como la que está preparando el ayuntamiento de Madrid.
No está claro hasta qué punto sus pretensiones son compatibles con la Ley de Financiación Local, aunque el consistorio valenciano ya está trabajando para explorar alternativas.
Valencia se convertiría así en la primera ciudad de España que ajusta el IBI para las viviendas turísticas, si bien otras ciudades ya se han puesto manos a la obra para combatir los efectos de la llamada turistificación.
En Barcelona, uno de los destinos más saturados, se sancionó con hasta 600.000 euros a Airbnb por anunciar pisos turísticos ilegales en su página web. Y lo hizo después de que la Generalitat traspasase el poder de inspección y control al propio consistorio.
En Madrid, a la tasa impuesta por el ayuntamiento, se suma su intención de limitar el tiempo de alquiler de las viviendas ilegales.
Fuente El Confidencial
