En un entorno siempre disponible como es el de Internet, los consumidores pueden adquirir sus productos y servicios en cualquier momento, un hecho que ha cambiado las dinámicas de acceso a la información, las relaciones y el consumo. Los horarios de apertura han sido eliminados por la red, por lo que las tiendas están siempre activas y abiertas, teniendo el eCommerce un impacto en la forma en la que actualmente se consume.
Así lo demuestra un análisis realizado por HookLogic sobre las transacciones realizadas en Reino Unido desde el 1 de octubre hasta el 3 de enero de este año.
Los datos del estudio ponen de manifiesto el aumento de la compra a medianoche, con picos de conversiones a la 1 A.M, y de tráfico a las 12 A.M. en fechas tan destacadas como el Black Friday.
Asimismo el informe señala que las horas con más actividad en el eCommerce son entre las 8 y las 9 de la mañana, demostrando que las compras online no responden al momento tradicional donde parece que todo el mundo va a comprar. Los usuarios son cada vez más madrugadores, por lo que las marcas deben aprender a servir sus productos y ofertas también a primera hora de la mañana.
El escenario de las adquisiciones online también cambia con la aceptación de nuevos formatos y servicios como el click and collect y periodos de entrega más cortos, como los envíos al día siguiente, que han hecho que se consuma en la recta final de fechas tan importantes para el sector como es la Navidad.
Estos cambios marcan un punto de inflexión para las marcas, ya que deben ser capaces de asumir que no existen tiempos estándar de compra ni horarios, teniendo que esforzarse por hacer que el eCommerce vaya acorde con la realidad.
En este contexto es esencial disponer de un servicio de entrega y atención al cliente cada vez menos limitados por los horarios, ofreciendo una clara información de cuándo están disponibles los trabajadores y el horario en el que se atenderán las quejas y preguntas.
Con respecto a las entregas, los consumidores cada vez se interesan más por lo instantáneo, por lo que las empresas online deben conseguir reducir al máximo los márgenes de entrega.
En paralelo el comercio electrónico también ha cambiado ‘dónde’ se compra, ya que si antes se hacía mayoritariamente desde el PC de casa o en un rato libre del trabajo, ahora los usuarios compran cada vez más desde el transporte público, o de camino al trabajo, desde los dispositivos móviles. Es lo que se ha denominado el ‘commuter commerce’.
Algunas estadísticas apuntan que 2 de cada 3 compradores también lo hacen desde el sofá de su casa. Según MasterCard, existen otros lugares ya no tan ‘exóticos’ para las compras online, puesto que a través de un informe se afirma que son ya un 24% de consumidores los que compran en el baño, (un 4% de ellos desde la ducha), un 37% desde la cama y el 15% desde un restaurante.