Las marcas y empresas emplean muchos recursos y esfuerzos por intentar comprender la forma en la que sus consumidores toman sus decisiones de compra. ¿Qué hace que consumamos una marca y no otra?
Las #decisiones de #compra, cuestión de segundos Clic para tuitearTiempo de Lectura: 1 minuto
La neurociencia ya ha estudiado mucho acerca de este tema, analizando qué área del cerebro se activa en cada momento, para empujar a los consumidores hacia un producto u otro.
Y la conclusión ha sido siempre la misma: las decisiones de compra son mucho menos racionales de lo que podemos pensar.
La parte irracional del cerebro es la que decide qué queremos y qué no, y la que establece lo que vamos a hacer a continuación.
En este momento, la parte racional simplemente se “esfuerza” por encontrar los mejores argumentos posibles para establecer excusas que justifiquen nuestras decisiones.
El factor del tiempo
Pero, además de tomar las decisiones de un modo altamente emocional y subjetivo, el proceso de compra también está marcado por otra cuestión: las decisiones se toman mucho más rápido de lo que pensábamos.
Nuestro cerebro decide qué consumir en una cantidad de tiempo minúscula, muchas veces segundos e, incluso, en milisegundos.
Trasladando este hecho a un contexto de tienda online, un estudio realizado por Akamai asegura que se pueden mejorar los ratios de conversión simplemente ajustando los tiempos de carga de las webs, y haciendo que éstas sean más rápidas y eficientes.
Para el estudio, se ha analizado el comportamiento de 10.000 millones de usuarios de varias tiendas online durante un mes.
Para lograr que los consumidores se queden en la tienda y compren, hay que ser muy rápidos. El tiempo medio óptimo que tienen que tener las webs de eCommerce en cada pantalla está en los 1,8 segundos en escritorio, los 2,7 segundos en móvil, y 1,9 en la tablet.
Como apunta una de las responsables del estudio, “esto no significa que 1,8 segundos sea suficientemente rápido”.
Los consumidores quieren una mayor eficiencia y rapidez. Su cerebro toma decisiones muy rápido, y el entorno tiene que adaptarse a esta velocidad.
Añadir dos segundos al tiempo de carga hace que las conversiones caigan en picado: un 36,5% en ordenador, un 26,2% en móvil, y un 25,1% en tablet.
