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La pandemia ha obligado a cambiar aspectos básicos de la hostelería. Sin embargo, nadie podía llegar a pensar que la modernización de los restaurantes fuese a llegar hasta tal punto de que ni contasen con un comedor. Wingstop ha abierto lo que anuncia como «el establecimiento del futuro». Un local donde solo se ofrece comida a domicilio y ni siquiera se acepta efectivo.

El restaurante lleva tan solo tres meses abierto en Dallas, EEUU, pero el nivel de ventas está llevando a pensar que la hostelería podría verse obligada a transformarse de esta manera en un futuro cercano.

El establecimiento se presenta como el restaurante del futuro y tan solo cuenta con una cocina y un vestíbulo, donde los clientes pueden entrar, recoger su pedido y marcharse. Clic para tuitear

El restaurante de comida rápida 2.0

En concreto, el establecimiento tan solo cuenta con una cocina y un vestíbulo, donde los clientes pueden entrar, recoger su pedido y marcharse.

No obstante, antes de poder disfrutar de sus recetas típicas de pollo, el consumidor tiene que solicitar su pedido a través de un código QR, ya que uno de los fines de la compañía es digitalizar por completo los procesos básicos del restaurante. Sin embargo, hasta que eso ocurra, los clientes todavía pueden contar con un trabajador en la barra que anote sus pedidos.

El local tan solo ocupa 120 metros cuadrados, casi 40 metros menos que el resto de restaurantes de la compañía. De hecho, este establecimiento está muy cerca de ser una ‘cocina fantasma’, un tipo de servicio que se popularizó durante la pandemia.

De hecho, la empresa pretende encontrar locales mucho más pequeños, aprovechando que tan solo necesita una cocina y un vestíbulo para funcionar.

Wingstop aprovechó el cambio en los hábitos de los consumidores durante el aislamiento social, provocado por el Covid-19, para ofrecer al cliente lo que necesitaba. Del mismo modo, que estas ‘cocinas fantasma’ no requerían un comedor porque los clientes no podían asistir al local, este restaurante tampoco lo vio necesario.

Igual que las ‘cocinas fantasma’ impulsaron las ventas digitales, esta empresa quiso llevar sus pedidos a una aplicación. De hecho, las compras online representan el 60% de la facturación del local, tal y como recoge Insider.

Fuente: El economista