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Con el objetivo de acelerar su crecimiento, así como a mejorar su competitividad, para las startups la internacionalización se ha convertido en un punto de inflexión, ya que si bien los beneficios son altos también lo son los desafíos.
Como explican desde Spain Startup, organizadores de South Summit, “los emprendedores son conscientes de que dar el salto al exterior no sólo es una de las vías fundamentales para crecer, sino también una herramienta que les permite ser más fuertes y resistentes, además de ayudarles a conseguir cuota de mercado de forma sostenible”.
Aunque existe mucho interés por dar el salto al mercado exterior, según datos del ICEX, sólo el 5% de las empresas españolas lo hace.
Decálogo para el salto internacional de una startup Clic para tuitear
Para allanar el camino, desde Spain Startup ofrecen un decálogo que facilita el proceso.
- El proyecto. El punto de partida es “detectar los puntos fuertes y las flaquezas en el proceso de apertura hacia el mercado internacional”. Se deberá tener en cuenta la evaluación del crecimiento y los obstáculos que lo frenen, además de la situación del mercado.
- El momento. Saber cuándo es el mejor momento para dar el salto, siendo una de las claves tener un asentamiento a nivel nacional.
- El lugar. La expansión internacional no necesita de una sede en el país de destino, pero si evaluar por dónde empezar, siendo Europa y Latinoamérica los destinos más habituales en las startups españolas.
- Los aspectos legales. Existen muchas leyes que difieren de un país a otro, como la ley de protección de datos, o aquellas que regulan la contratación o los impuestos. Se deben analizar estas variables con antelación para evitar situaciones desafortunadas.
- Optimizar al equipo. Es un factor clave para las startups, que cuentan con una plantilla reducida y necesitan de una estrategia concreta, liderada por un equipo específico.
- Proceso interno. Todos los componentes que formen parte de la startup deberán tener en cuenta este desafío, puesto que la internacionalización requiere de “un cambio de mentalidad en todos los ámbitos. El financiero y legal, para estar a día de toda la operativa internacional; el comercial, para la búsqueda de nuevos mercados y adaptación a las estrategias de marketing internacional, e incluso la logística y el transporte, en caso de que sean necesarios para el tipo de negocio”.
- Adaptación del producto. Aprovechar las capacidades para diseñar el producto que mejor se adapte a la demanda de cada mercado global.
- Etapas. La expansión internacional se debe llevar “paso a paso”, por lo que hay que cumplir con los objetivos propuestos para un mercado antes de abrirse camino en otro.
- Largo plazo. Aunque depende de cada país, los indicadores, tiempos y exigencias requieren de paciencia a la hora de ver la rentabilidad.
- Visibilidad. Es clave para consolidarse en un mercado, por lo que desde Spain Startup recomiendan “conseguir socios estratégicos en los nuevos países y una estrategia de comunicación y marketing focalizada en ese mercado”, imprescindible para la consolidación empresarial.