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“Innovación”, “emprendimiento” y “digitalización” son tres términos que están de moda. Es un hecho indiscutible. Vemos y escuchamos estas tres palabras en multitud de artículos, conferencias, charlas, etc., como si de un mantra se tratase.

En estos años innovar y alcanzar la transformación digital se ha convertido en el reto de la mayoría de las empresas. La realidad es que la crisis sanitaria que nos ha tocado vivir ha sacado a relucir que la mayoría de las empresas no éramos tan digitales como pensábamos, y que por tanto la gestión digital y descentralizada de los negocios tampoco era real.

Innovar y alcanzar la transformación digital se ha convertido en el reto de la mayoría de las empresas. La realidad es que la crisis sanitaria ha sacado a relucir que la mayoría de las empresas no éramos tan digitales como pensábamos. Clic para tuitear

Quizá es que en el mundo corporativo hemos entendido mal lo que significa innovar y emprender.

Lo que es evidente es que la innovación y la adopción de las nuevas tecnologías sí son dos de los factores claves en el ámbito de las startups: gestión descentralizada sin barreras geográficas y una filosofía customer centric que busca agregar valor al cliente final (algo que también parece que todos hacemos, pero no nos equivoquemos, tampoco es cierto). Las startups y el ecosistema emprendedor, en los últimos años, se ha profesionalizado de una forma asombrosa.

Si a todo lo anterior le sumamos que los ciclos económicos son cada vez más cortos, y más intensos en lo que a transición se refiere, pues nos encontramos ante un paradigma en el que la constante evolución e innovación son un «Must» y no un «Nice to Have», como lo era hace 10 años.

Todos vemos pequeñas o grandes innovaciones en los procesos, algunas más o menos disruptivas. Por lo que podemos inferir que el problema no es falta de visión (que algunos casos no serán así). Quizá el problema es la cultura del cambio, algo en lo que todos debemos formarnos para no establecer barreras innecesarias en nuestras mentes, ni en nuestros procesos. Y por ello, al igual que actualizamos nuestros equipos y móviles a la última versión del sistema operativo, nosotros también debemos actualizarnos y formamos a las últimas versiones, siempre que no queramos quedarnos atrás.

La educación también cambia. Hace 50 años, se estudiaba una carrera y era cuestión de buscar la oportunidad que quisiéramos, hace 20 años carrera y después un MBA obviamente con idiomas y ya podías buscar la oportunidad, hace 10 podíamos poner la pared repleta de títulos que no garantizaba nada (ah, es cierto, la crisis del 2008). Pero hoy, nos encontramos en que la economía de los 90´no crea casi empleo, mientras que la economía digital no es capaza de cubrir la oferta (Google lanza su propia universidad con cursos de 6 meses). Por ello, sea lo que sea, aquello que persigamos, exige formación, especialización y dedicación plena. Imaginaros entonces lo que requiere montar una startup o emprender dentro de una corporación.

Nos depara una década apasionante, no será sencilla, pero seguro que los resultados son prometedores como ocurrió en la revolución industrial. No tengamos miedo, solo debemos prepararnos para liderar el cambio, y que el cambio no nos lidere a nosotros. En ESIC te ayudamos a liderar este cambio con los cursos especializados online en emprendimiento e innovación

Por Francisco Mariscal, profesor de ESIC Business & Marketing School y CEO Fellow Funders