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Cuando creamos y ofrecemos un vino determinado, no solo estamos compartiendo con los clientes un producto de calidad, sino que también le estamos proporcionando una experiencia capaz de emocionarle, que encaje con su estilo de vida y que sea diferenciadora. Por eso, en Bodegas Emilio Moro no concebimos el desempeño de nuestro trabajo sin intentar en todo momento hacer sentir al consumidor parte de esta gran familia, y sorprenderle desde lo más auténtico y especial que tenemos: nuestros viñedos, y para ello ideamos siempre nuevas e innovadoras experiencias capaces de despertar los sentimientos de los apasionados del vino.

Bajo esta filosofía, son numerosas las iniciativas que creamos para acercar todo el proceso de elaboración de vinos a nuestros clientes. Porque disfrutar de un vino Emilio Moro o Cepa 21 va mucho más allá de simplemente degustarlo: hay que conocer sus orígenes, sentir su esencia, vivirlo con los cinco sentidos… y eso es lo que pretendemos con estas experiencias. Por hablar solo de las más recientes, que fuimos adaptando a medida que cambiaba la situación que vivimos actualmente, hace poco presentamos cuatro nuevos planes de enoturismo.

José Moro, CEO Bodegas Emilio Moro analiza las acciones desarrollada por la compañía para crear experiencias de cliente enológicas que aporten valor. Clic para tuitear

Considero el enoturismo la experiencia turística idónea para los apasionados del vino, no en vano está en auge y tiene la ventaja de que se disfruta a lo largo de todo el año, conjugando naturaleza, gastronomía, vino, turismo activo… Para mí es un auténtico placer ver cómo tanta gente viene de todas las partes del mundo año tras año a visitar el corazón de la Ribera del Duero: personas que, por lo general, tienen un perfil exigente, detallista y que buscan experiencias personalizadas y una atención muy especial; por eso, el equipo de enoturismo tiene un papel vital dentro de nuestra empresa y cuida hasta el más mínimo detalle para recibir, como se merecen, a las personas que vienen a conocer nuestra esencia.

El enoturismo nos permite disfrutar de la naturaleza, de esa magia única de los viñedos, poder respirar el aire puro y desconectar por unas horas de nuestra ajetreada vida diaria. Además, contribuye al desarrollo rural, al turismo de interior y a la mejora de poblaciones que necesitan aumentar los puestos de trabajo y generar riqueza para evitar esa despoblación rural que tanto afecta en la actualidad a comunidades como la nuestra.

Por eso, este año, al diseñar estas cuatro experiencias nuevas de enoturismo, trabajamos para hacerlas aún más completas, personalizadas y especiales, y lo hicimos estrenando tienda, Wine Bar y una zona exclusiva de cata. Todas ellas se desarrollan en un enclave privilegiado de la Ribera del Duero, conocido como la Milla de Oro, a escasos diez minutos del famoso Castillo de Peñafiel, y están ideadas para que el cliente descubra en primera persona los misterios que esconde la elaboración del vino tinto mientras observa el mar de viñedos que inunda el entorno. Las cuatro incluyen una visita al viñedo solidario, un tour guiado por la zona de elaboración para acercar en primera persona a la elaboración y crianza del vino y un viaje a la parte más sensorial, la de la cata y degustación de algunos de nuestros vinos más emblemáticos como nuestro buque insignia, Emilio Moro, o nuestra de Malleolus, como Malleolus de Valderramiro, procedente del viñedo más antiguo de la bodega, plantado en 1924. Porque como decimos, “el vino es mejor cuando se comparte” y, por eso, queremos darle al cliente lo mejor de nosotros mismos.

En nuestro catálogo de experiencias hay algunas más centradas en la cata y degustación, como la que incluye un completo maridaje, y también un tour más solidario, para hacer a las personas partícipes del compromiso de Emilio Moro con la responsabilidad social, en el que el cliente podrá apadrinar una cepa en apoyo a los proyectos que la Fundación Emilio Moro lleva a cabo en distintos países para garantizar el acceso al agua potable de las comunidades más desfavorecidas.

Son solo algunos ejemplos de estas experiencias diseñadas con todo el mimo en un año en que el turismo nacional está cobrando mucha importancia por la situación que vivimos. Creemos que visitas a bodegas como la nuestra ofrecen una gran oportunidad para pasar un día de relax y desconexión, en pleno contacto con la naturaleza y disfrutando de una copa de buen vino, después de haberse dejado seducir por la magia de su elaboración. Estos tours cuentan con todas las medidas de seguridad adaptadas a la situación actual garantizadas por la certificación Safe Tourism.

En este año atípico, en Bodegas Emilio Moro pronto comprendimos que teníamos que reinventarnos y, además, hacerlo en tiempo real para adaptarnos a la situación que la sociedad estaba sufriendo. En este contexto, una de las experiencias ofrecidas a nuestros clientes que más nos enorgullece y que mejor acogida ha tenido fue la campaña ‘Emilio Moro y Cepa 21 Unen’. Arrancó al inicio de la crisis de la Covid-19 y prosiguió durante las semanas más duras, aquellas en las que más echábamos de menos a los nuestros. Consistía en ofrecer un gran descuento exclusivo para poder regalar vino a domicilio y palabras de ánimo a las personas que estuvieran lejos. Resultó una campaña muy emotiva y nos causó mucha satisfacción ver que las personas se sentían algo más cerca de sus seres queridos con esta iniciativa, que les permitía no renunciar a disfrutar de un momento de desconexión con sus vinos favoritos. Conseguimos seguir llegando a cientos de hogares en nuestro propósito de apoyar y entretener a toda la sociedad y, especialmente, a las personas más vulnerables durante el confinamiento, puesto que, en paralelo a esta campaña, repartimos gratuitamente a las personas mayores de Pesquera de Duero (Valladolid) mi libro dedicado Si lo sabes escuchar, el vino te habla.

También quisimos homenajear y agradecer a todo el personal sanitario, invitándoles a visitar gratuitamente nuestra bodega y a disfrutar en el mes de julio de una jornada de enoturismo en señal de agradecimiento a su labor desempeñada durante esta pandemia.

Todas estas iniciativas se hacen, además, para destacar el gran valor de nuestra tierra, de nuestros orígenes, de lo que se nos ha dado innato, pues ocurre que muchas veces nos obsesionamos con viajar muy lejos para descubrir nuevos rincones, y dejamos en un segundo plano las joyas ocultas que tenemos cerca de nosotros. Hay lugares que merece la pena ver una y mil veces, instantáneas que nos roban el aliento y nos regalan paz durante unos instantes. Tenemos la obsesiva costumbre de alejarnos lo más posible, porque creemos que solo así podremos desconectar y disfrutar, pero realmente no hace falta recorrernos cientos de kilómetros para hacerlo. Basta con pararse y ver qué tenemos alrededor de nosotros.

Estas son solamente algunas de las iniciativas más recientes que hemos llevado a cabo desde las Bodegas, siempre intentando dar lo mejor al cliente, lo más auténtico que tenemos y, de esta forma, conseguimos llegar a lo más profundo de nuestros consumidores. Eso me hace feliz porque sentimos a todos los que se acercan a nuestra casa como parte de esta gran familia que formamos y que se conforma día tras día alrededor de estos viñedos que una vez, hace ya muchos años, plantó mi abuelo, Emilio Moro, dejándonos el mejor de los legados de lo que hoy tenemos.

Por José Moro, CEO Bodegas Emilio Moro y de Bodegas Cepa 21

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