A lo largo de la historia, el análisis de datos o del comportamiento de los seres vivos ha sido fundamental para entender el porqué de las cosas e incluso para predecir lo que podría pasar en el futuro. El progreso de los ordenadores ha permitido que hoy se pueda trabajar con grandes cantidades de datos, lo que se conoce como el fenómeno actual del Big Data.
En sus inicios, para disponer de una cantidad enorme de datos se necesitaban supercomputadoras, de las que tan sólo disponían las grandes compañías o los centros más vanguardistas en innovación. De ahí surgieron técnicas como la econometría, que construye modelos económicos predictivos gracias al análisis de datos de tendencias económicas que se dieron en un pasado. Así nació el primer uso del Big Data, que también se aplicaba a otras tendencias grupales o sociales.
Pero realmente su importancia se vio reflejada en la brecha que se abrió en el ecosistema comercial al ser usado por el marketing de las grandes compañías. Mientras estas tenían potentes aplicaciones informáticas, las pymes veían como las grandes corporaciones contaban con una gran ventaja con respecto a la relación al cliente.
Precisamente hace cinco años fueron tres finlandeses los que intentaron acabar con el desequilibrio entre las grandes empresas con el resto del comercio. Además no sólo tuvieron en cuenta las motivaciones racionales del consumidor sino sus gustos y preferencias.
Además estaba pendiente la duda hasta el momento no resuelta sobre cómo se hacía el marketing online a tiempo real, que es clave para desarrollo del comercio electrónico. En este sentido no sirve enviar sólo ofertas al consumidor tras conocer sus intereses, sino ayudarle en el proceso de compra en tiempo real. Así se consigue mejorar el comercio online ofreciendo un valor añadido al cliente, con una atención lo más cercana posible a la que puede tener cara a cara en un establecimiento físico.
Tras varios intentos, los tres ingenieros del norte de Europa generaron algoritmos mediante los que podían hacerse recomendaciones de productos según el comportamiento del usuario a tiempo real, además de ayudarlo en el proceso de compra.
Con todos estos conocimientos se creó Nosto, una startup que en tan sólo un lustro han convertido ese conocimiento en un producto modulable de aplicación a cualquier tienda online, siendo más de 12.500 los que actualmente la usan en 144 países.
Con esta solución los eCommerce consiguen aumentar hasta un 125% la conversión de sus visitas en ventas. Además los clientes muestran más satisfacción por lo que compran más y valoran positivamente el proceso.
Gracias al Big Data, las tiendas online pueden adaptarse a los gustos y necesidades de cada uno de los clientes que les visitan, adelantándose a toda clase de comportamientos.
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