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El acelerado ritmo en el que evoluciona la tecnología está consiguiendo transformar los modelos de negocio, la relación con los consumidores y los tipos de servicios.
Que la tecnología es uno de los principales agentes de transformación del sector empresarial es un hecho. Sin embargo, en los últimos años nos enfrentamos a una nueva revolución en las organizaciones de carácter disruptivo. Los actores del cambio son empresas emergentes que, mediante el empleo de nuevas tecnologías,, consiguen superar a los líderes tradicionales de todos los sectores. En este contexto se enmarcan avances importantes como la impresión 3D, los drones, el Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial.
Soraya Paniagua, consultora tecnológica, señala que actualmente se encuentran varias revoluciones industriales en marcha. Todas ellas pasan por la fabricación personal y el acceso de los ciudadanos a máquinas de control numérico. Para Paniagua «todo cambiará, todo podrá ser inteligente: ciudades, cosas, coches, agricultura, redes eléctricas, etc.”
Por su parte, el especialista en telecomunicaciones, Enrique Carrier, apunt que «el IoT es una profundización de la era de la información; no es una ruptura, sino una omnipresencia de estas tecnologías. La ‘mediatazión’ cumplirá el papel que hoy tienen las personas, por ejemplo, cuidando a otras”.
Tecnología que cambia el futuro Clic para tuitear
Entre los sectores beneficiados se encuentran la salud, el petróleo, el gas, las cadenas de comercialización, los servicios públicos, la manufactura, la agricultura, la construcción y el sector automotriz. Según el informe IDC, en el año 2020, el Internet de las Cosas moverá 1,7 millones de dólares, más del doble que ahora. Para Deloitte Consullting, el 60% de dispositivos inalámbricos serán comprados, pagados y utilizados por empresas e industrias.
Los gigantes de la tecnología ya se encuentran librando la batalla en materia de IoT: Apple tiene en Ios8 su Healthkit y Homekit (software para la gestión de la salud personal y los electrodomésticos), Google ofrece Mountain View para monitorizar la actividad física, y Samsung acaba de lanzar Sami, una plataforma cloud para el procesamiento de los datos de diferentes dispositivos.
El transporte del futuro
Los drones también forman parte de la disrupción producida en las empresas. Su aplicación se realiza en sectores que requieren una gran movilidad y calidad de datos, así como en aquellos que muestran una dispersión muy acusada de sus activos. Su uso también se extiende al capital a gran escala: mantenimiento de grandes infraestructuras, agricultura, aseguradoras, minería, etc. La progresiva calidad y el cada vez más optimizado acceso a datos permitirá una mejora de los procesos. Según indicativos de PwC, las aplicaciones de esta tecnología superan ya los 127.000 millones.
Para Michael Toscano, presidente de la Asociación de Vehículos Aéreos no Tripulados (AUVSI) de Estados Unidos, el potencial que tienen estos artefactos para mejorar la vida diaria es enorme. En Estados Unidos, empleando los drones, se podrán generar más de 100.000 empleos y mover 82.000 millones de dólares. En este escenario, Amazon ha sido de los primeros en aplicar los drones a la entrega de productos. Sigue sin resolverse, sin embargo, el problema de la regulación y el conseguir una autonomía con baterías más potentes y ligeras, así como las restricciones que muchos países ponen a su implantación.
La nueva realidad, la virtual
Para Silvina Moschini, de la consultora Intuic, la realidad virtual supondrá un gran cambio en el modo de consumir contenido audiovisual. Lenovo ha lanzado un teléfono que incluye una tecnología, desarrollada por Google, llamada Tango, capaz de leer la arquitectura y mapear espacios interiores, a la manera de un escáner 3D.
La impresión 3D es parte fundamental de los Fab Lab (Fabrication Laboratory), capaces de producir cualquier cosa sólo con disponer de las medidas de dichos artículos. Esto pone al alcance del usuario diseñar cualquier cosa y producirla de manera digital. Se trata de caminar hacia una producción local bajo demanda, donde el concepto de «inventar» un objeto y producirlo en serie termine por perder su sentido.
Según Moschini, la expansión es lenta, pero imparable. Una de las aplicaciones más importantes de la impresión 3D se dará en el sector de la salud; ya se han hecho pruebas con órganos impresos digitalmente. Es posible que antes de lo que creamos podamos tener una casa impresa en 3D. Hay varios proyectos encaminados en esta dirección porque los costos, en muchos casos, son inferiores a los tradicionales.
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