Data driven es un enfoque de gestión empresarial basado en la toma decisiones estratégicas respaldadas por datos.
Su éxito reside en la calidad y fiabilidad de los datos, así como en la profundidad y eficacia del análisis y la interpretación de los mismos. A partir del conocimiento obtenido, las empresas disponen de una visión más profunda del estado del mercado y de su propia situación interna, así como un mayor contexto en relación a sus clientes. Esto último les ayudará a atender mejor a los consumidores y personalizar sus mensajes, productos y campañas.
Las herramientas de inteligencia de negocio, cada vez más intuitivas y sencillas, permiten extraer y visualizar todo el potencial de los datos en tiempo real sin necesidad de disponer de una formación tecnológica avanzada. Esto ha supuesto una importante evolución para las empresas ya que permiten un uso intensivo y autónomo de los datos incluso para aquellos responsables de negocio que carecen de una gran experiencia en tecnología. De esta manera, el centro de la toma de decisiones es la información real y no las meras intuiciones.
Pese a la continua simplificación de las herramientas de analítica avanzadas, instaurar una auténtica cultura data driven en la empresa no es proceso inmediato, sino que requiere invertir tiempo y recursos. Aunque no existe una receta para el éxito, los expertos coinciden en señalar los ingredientes principales para convertir el big data en información de valor para la compañía: la tecnología, el talento y, la más importante, la estrategia.
Los tres elementos de un enfoque data driven
Llevar a cabo un enfoque data driven requiere una transformación integral que se articula en torno a:
La tecnología:
Este es uno de los tres pilares sobre los que descansa el enfoque data driven. La tecnología resulta indispensable a la hora de obtener, almacenar, tratar y presentar los datos. Para optimizar el uso y aprovechamiento de los datos, es necesario contar con plataformas que apuesten por la flexibilidad, la escalabilidad y la movilidad. El objetivo es que la tecnología se adapte a la evolución de la empresa y no al revés.
El talento:
Pero la tecnología no va a transformar por sí misma a una empresa en data driven. Al contrario, es necesario contar con usuarios autónomos que conozcan su funcionamiento y sean capaces de acceder a los datos, cruzarlos y lograr una perspectiva amplia de la información que nos aportan. Asimismo, deben ser responsables de la calidad de los mismos y trabajar para evitar errores y duplicidades, así como lograr una mayor precisión y organización.
La estrategia:
Esta forma parte de la propia cultura empresarial y nace principalmente de la alta dirección. Incluye desde el establecimiento de los objetivos hasta la definición de los procesos internos. Requiere diseñar una gestión de la información adaptada a las necesidades del negocio en la que se puedan identificar unos profesionales de referencia y establecer roles dentro de los equipos.
Cómo implantar una cultura data driven
Definir unos objetivos claros y medibles al tiempo que se forma a los empleados en el uso y la importancia de los datos representan dos de las medidas indispensables para implantar una visión data driven dentro de la empresa. En este sentido, interiorizar desde la alta dirección la importancia del enfoque data driven y trasmitirla al resto del equipo es el primer paso para instalar esta cultura en el seno de la organización.
Para lograr el compromiso de sus profesionales, la dirección debe ser un ejemplo de cara al resto de la organización. Su objetivo debe ser integrar el uso de los datos para la toma de decisiones a todos los niveles de la compañía. El conocimiento obtenido de los datos supone un estímulo para impulsar la competitividad y efectividad. Al final, contar con un enfoque data driven ayuda a las empresas a tomar decisiones estratégicas de manera ágil y fiable en un entorno altamente competitivo al extraer el máximo partido a la información disponible.
Impulsar el Customer Centric gracias al Data Driven
Uno de los ámbitos donde el enfoque data driven tiene un impacto más significativo es el de la relación con los clientes. Esta metodología de trabajo –basada en la recolección, análisis e interpretación de los datos– ayuda a obtener una imagen completa del perfil de cada cliente, lo que permite a las empresas diseñar una comunicación más personalizada y definir estrategias de marketing más efectivas para garantizar el retorno de la inversión.
Aunque son muchos los retos que las marcas deben superar para lograr comunicarse eficazmente con sus clientes, la buena noticia es que hay muchas formas de hacerlos frente gracias a la analítica de datos. Volviendo al elemento tecnológico, los expertos coinciden en señalar la importancia de minimizar las complejidades técnicas para crear un entorno que permita una mayor integración, lo que ayuda a la empresa a obtener un mayor valor de sus iniciativas de marketing basadas en datos.