El 68,7% de las empresas españolas considera que la colaboración empresarial tendría un efecto positivo en su crecimiento.
Así lo pone de relieve el último Observatorio de Competitividad Empresarial de la Cámara de España, en el que han participado, a través de una encuesta, 2.079 empresas de todo el territorio nacional.
En concreto, según este informe, el 23% de las empresas en España ha establecido algún tipo de relación de cooperación con grandes compañías, mientras que el 40%, aunque no lo ha hecho, considera que este tipo de relación podría ser interesante para su negocio.
El 68,7% de las empresas españolas considera que la colaboración empresarial tendría un efecto positivo en su crecimiento. Clic para tuitearPor otra parte, las empresas de mayor dimensión son las que tienen mejor percepción de los beneficios de la cooperación con empresas de tamaño similar. En concreto, frente al 80 % de las grandes empresas que considera que el efecto de este tipo de colaboración sería positivo para su crecimiento, solo el 61,4 % de las microempresas percibe ese impacto favorable.
Por sectores, el 76 % de las empresas del sector industrial son optimistas sobre el efecto en su crecimiento de la cooperación empresarial, frente a un 53,8 % en la construcción y un 68 % en el sector servicios.
Ventajas e inconvenientes de la colaboración
Las empresas consideran que las principales ventajas de colaborar con grandes firmas son el mejor acceso a canales de venta consolidados y el acceso a nuevas tecnologías.
Desde la perspectiva sectorial, las compañías del sector industrial se diferencian del resto por citar la expansión internacional y penetración en nuevos mercados como la principal ventaja.
En contraste con esas ventajas, las empresas también consideran que la cooperación puede conllevar inconvenientes.
Además, independientemente de su tamaño y sector, para el 59,3% de las compañías encuestadas la reducción de la autonomía sería el principal problema asociado a la cooperación.
Asimismo, los posibles conflictos derivados de diferentes estilos de dirección es un inconveniente relevante para el 40,5% de las compañías.
Otros inconvenientes señalados son las necesidades de inversiones para adaptarse a las exigencias de la colaboración, los costes de negociación y/o coordinación del acuerdo, el riesgo de apropiación de activos -RRHH y talento, clientes, reputación…- y los trámites administrativos asociados a la cooperación.
Fuente: rrhhpress