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La agilidad suspende en 9 de cada 10 empresas españolas y motivará la fuga de talento en los próximos doce meses. Así lo revela el equipo de expertos agile de Paradigma Digital, el cual ha analizado la situación de las empresas en España coincidiendo con el 20 aniversario de la firma del ‘Manifiesto Agile’ para el desarrollo de metodologías ágiles firmado en la estación de esquí de Snowbird en Utah.

La agilidad suspende en 9 de cada 10 empresas españolas y motivará la fuga de talento en los próximos doce meses. Clic para tuitear

Según datos de la Oficina de Transformación de la compañía, las prioridades en las empresas han cambiado con motivo de la situación provocada por la pandemia. Muchas empresas no contemplan nuevos proyectos o han paralizado los iniciados en transformación digital e implantación de una cultura ágil. Lo que repercutirá principalmente en tres aspectos negativos para las empresas: la fuga de talento, la ausencia de innovación de la compañía y la pérdida de oportunidades de negocio.

Desde Paradigma Digital, siguiendo el modelo PROSCI ADKAR, señalan que casi el 90% de las empresas españolas se encuentra en peligro por no haber incorporado metodologías ágiles a su cultura empresarial, situándose en alguno de estos cinco escenarios:

1. Empresas de elefantes sagrados

Son empresas que no tienen consciencia de que sus empleados son el activo más valioso de su compañía y, probablemente, los mejores empleados van a desear estar en otro lugar en los próximos doce meses. Y, peor aún, los trabajadores poco cualificados y no motivados permanecerán en ella, como elefantes sagrados.

2. Empresas en riesgo de extinción

Son empresas que no han generado el deseo de afrontar un cambio pese a ser conscientes de ello, pues continúan sin ver la amenaza del entorno “aún más VUCA” del coronavirus en donde tanto gigantes tecnológicos como startups pueden devorarte.

3. Empresas en riesgo de parada

Las empresas que se han puesto manos a la obra y, ante su falta de conocimiento, han iniciado un proceso de transformación normalmente con ayuda externa y con resultados variopintos. El riesgo de este escenario es que se queden en el proceso al no percibir resultados y no continuar con el camino iniciado.

4. Empresas en riesgo de insostenibilidad en el tiempo

Serían aquellas que no han desarrollado la habilidad para hacerlo sostenible, ya que todavía no han incorporado en la compañía los mecanismos necesarios para llevarlo a cabo: expertos agile con dedicación y con valores inquebrantables, cambios estructurales que acompañen la eficiencia de sus equipos para desafiar la paradoja de la eficiencia de Lean, comunidades de prácticas que eviten la pérdida de conocimiento experto…

5. Empresas en riesgo de retroceso

Serían aquellas que manifiestan su necesidad de refuerzo ya que, tras todos los pasos anteriores, pasados los días, meses o años vuelven a las andadas en cuanto se deja fluir la poderosa maquinaria y hace evidente que la cultura no caló.

Claves ágiles para fidelizar el talento

En Paradigma Digital tienen experiencia en diversas iniciativas para la fidelización del talento. Entre ellas, son de vital importancia las comunidades de prácticas o círculos de especialización, para incentivar, motivar y mentorizar a sus integrantes que son la palanca del cambio y de la cultura digital. En este sentido, no hay proceso de transformación en el que no propongan estas comunidades como iniciativa. En este sentido, y dada su experiencia, el equipo de agile de Paradigma Digital, destaca los siguientes aspectos clave en las comunidades de prácticas:

  1. No se trata de compartir información sobre roles o proyectos de la compañía, sino conocimiento: prácticas o experiencias que pueden ayudar a otros de aplicación en sus proyectos y roles en la compañía
  2. No se queda en un plano de beneficios a nivel individual. Puede llegar a influir en la estrategia de la compañía generando nuevas líneas de negocio y ayudando a solucionar problemas.
  3. No es inmóvil, se integran nuevos miembros y se deja espacio para conocer a la gente a nivel personal y no solo profesional.
  4. No se acaba en una reunión semanal, es una experiencia integral. Utilizar distintas herramientas como slack o hangouts para compartir información.
  5. No esperar a que la comunidad se muera, hacer retrospectivas. Revisar si está funcionando el formato de gestión de la comunidad.
  6. No jerarquizarla. Dar a la comunidad la propiedad de la propia comunidad. La comunidad tiene vida por la autonomía de sus miembros. Sólo existe una figura de un facilitador que varía. Éste se encarga de organizar una reunión semanal, buscar el tema de esa reunión y al facilitador de la siguiente reunión para asegurar la continuidad vital de la comunidad. 

“Aparte de desarrollar las habilidades de los que conforman la comunidad se puede ir más allá si la comunidad está bien llevada. Va más allá de compartir ideas, una buena comunidad de prácticas puede incluso contribuir a influir en la estrategia de la compañía, puede generar nuevas líneas de negocio, ayuda a solucionar problemas, a promover buenas prácticas”, explica Esther Peinado, responsable de la comunidad de prácticas agile de Paradigma Digital.