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El ahorro en el consumo de energía se ha convertido en una cuestión fundamental en cualquier empresa o negocio, máxime en un entorno socioeconómico tan complicado como el que estamos viviendo en el que el precio de la electricidad se ha disparado.

Cada día más, las empresas buscan implementar estrategias que les permitan gestionar un consumo de energía de acuerdo a sus necesidades, en un entorno sostenible. Si bien es necesario ahorrar energía,  también lo es garantizar que las personas que trabajan en nuestra empresa puedan realizar sus actividades en un ambiente confortable y con total seguridad.

Veamos algunas claves sencillas y eficaces para gestionar una estrategia de ahorro energético en empresas que se pueden poner en práctica de inmediato:

La energía es uno de los principales gastos de toda empresa o negocio. Veamos algunos consejos para reducir el coste energético de tu negocio. Clic para tuitear

Claves para ahorrar energía en tu empresa

Las nuevas tecnologías, los avances en eficiencia energética así como la concienciación que hay actualmente en hacer un uso responsable de la electricidad son factores decisivos para ahorrar energía en empresas y negocios.

Por supuesto, además, es indispensable contar con una comercializadora de energía  de confianza que asesore a sus clientes ofreciendo productos adaptados a su perfil de consumo para conseguir la mejor tarifa y un ahorro significativo en sus costes energéticos.

Ahorro en iluminación

Lo primero que debemos revisar es el tipo de lámparas o luminarias (halógenas, fluorescentes, fluorescente compacta, LED,…) y utilizar aquéllas que menos consumen. Estas últimas son muy recomendables por su eficiencia, durabilidad y fácil montaje pero hay que tener en cuenta para qué se necesita. En este sentido, también, es fundamental, distribuir la intensidad de luz dependiendo de la zona de la empresa y de la actividad que se desarrolla en ella. No es lo mismo la luz que se necesita para un trabajo de precisión (muy alta) que la que requieren las áreas de paso o los baños (baja).

Una práctica aconsejable, siempre que sea posible, es dejar entrar la luz natural durante el día o combinar luz natural y artificial. La luz natural reduce la fatiga visual cuando se trabaja ya que permite distinguir bien los colores pero también es inestable y cambiante (por el sol) por lo que resulta recomendable complementarla con la artificial. En relación con este aspecto, para un máximo rendimiento de la luz natural hay que mantener bien limpias las ventanas, pintar las paredes de colores claros y tener siempre diáfanos los puntos de acceso al exterior.

Resulta muy beneficioso, establecer un plan de mantenimiento en el que se recoja cuándo hay que cambiar las lámparas, qué modelos y tipos deben sustituirse (es preferible que sean siempre del mismo fabricante y características similares) y los procedimientos que deben seguirse por el personal de mantenimiento. Este plan debería contemplar también la frecuencia de limpieza, siendo recomendable hacerlo al menos dos veces al año.

Por último, es importante recordar y concienciar a los colaboradores que apaguen las luces y los equipos de trabajo al terminar y salir. También resulta de utilidad instalar sensores de movimiento que activan y desactivan las luces cuando no son necesarias.

Los equipos de oficina

El buen uso de los equipos de oficina (ordenadores, impresoras, fotocopiadoras, etc…) es fundamental para una buena gestión del ahorro energético. Es importante establecer protocolos o pautas para un uso responsable.

Por ejemplo, apagar las impresoras y fotocopiadoras por las noches y fines de semana o utilizar el “modo ahorro de energía” en todos los aparatos que posean esta función.

La climatización

El gasto en climatización en la empresa suele ser elevado y depende mucho del aislamiento térmico del local o edificio donde se encuentra la empresa (fachadas, tejados, ventanas, etc…)

En relación a esta cuestión, conviene:

  • Regular la temperatura de forma óptima. En verano 25 grados y en invierno 20 grados.
  • Vigilar el aislamiento. Que las tuberías y calderas no tengan fugas. 
  • Limpiar y revisar el sistema de aire acondicionado cada tres meses (filtros),
  • Instalar el condensador del aire acondicionado en un sitio lo más fresco posible, donde no incida el sol directamente.
  • Instalar toldos y cortinas para evitar la entrada de un sol excesivo.

Para ahorrar en el consumo de climatización, cuando esté en marcha, bien el aire acondicionado o la calefacción, es conveniente que evitemos tener abiertas puertas y ventanas. Si necesitamos ventilar con 10 minutos de apertura de ventanas el aire quedará totalmente renovado. Al final de la jornada laboral, apagar y desconectar todos los equipos de climatización.

Las empresas buscan el máximo ahorro en energía. En este sentido es importante dejarse aconsejar por expertos y profesionales que te ayudarán a reducir el coste energético de tu negocio.