Los nuevos directivos de las empresas saben que el obtener beneficios sigue siendo vital para sus organizaciones, pero este debe ser su objetivo final y no el medio. Este concepto se debe a que si el mundo cambia, las empresas lo hacen con él, ya que aquellas con un equipo directivo que tiene como única meta generar beneficios a corto plazo para los accionistas, ya son cosa del pasado.

Tal es así, que la exvicepresidenta de Nike, Lisa MacCallum, explicó en el ‘World Economic Forum’ que «los nuevos líderes empresariales han crecido académica y profesionalmente al mismo tiempo en el que el viejo modelo de negocio ha hecho evidente su fracaso”.

MacCallum explica que “los jóvenes líderes de hoy en día están apareciendo en un momento en el que ha habido una convergencia de tendencias, que han elevado la barrera de lo que la gente espera de un negocio. Esta generación contiene a los consumidores más inteligentes y mejor conectados con la historia. Muchos han visto a sus padres trabajar y, quizás, ser expulsados de entornos empresariales aburridos. Han crecido en una época en la que los escándalos en las empresas han sido frecuentes y la responsabilidad corporativa se ha convertido en un departamento”.

Según la directiva, hay tres características fundamentales que definen a los líderes del futuro:

1. Conocen la verdadera razón de un negocio. Estos líderes deben tener clara la misión de su empresa y tiene que ver con aquello que a la gente le importa, es decir, ser visionarios y describir lo que sus compañías pueden aportar.

Son muchas las compañías que fracasan porque tienen una misión que no es relevante, como es por ejemplo ‘ser líder en el sector’, algo que sólo importa al accionariado.

Los líderes del futuro adoptarán misiones que sean visionarias y describan aquello que la compañía puede aportar al mundo.

Para MacCallum, estos directivos serán capaces de entender los problemas de la sociedad y lo que su compañía puede hacer para resolverlos, porque “Nike no sobrevivirá si el mundo continua siendo cada vez más sedentario” y “los bancos perderán relevancia si la mayoría de la gente apenas puede afrontar sus gastos diaria”. De hecho “esta teoría sirve para cualquier compañía de cualquier tamaño y de cualquier industria”, apunta MacCallum.
Capacidades Líderes del Futuro2. Saben dónde se encuentra el valor oculto del que aprovecharse

Hasta hace poco las grandes compañías han trabajado creando valor dentro de su propia burbuja, pero las misiones realmente ambiciosas requieren una apuesta por algo en lo que crea la gente. De esta manera expandirán su mercado y contarán con aliados de gran valor que hasta el momento se han mantenido al margen.

Para MacCallum, si los nuevos líderes consiguen integrar a “ONG, Gobiernos, académicos… por nombrar sólo unos pocos” en su misión, ahorrarán costes, eliminarán barreras y tendrán a gente a les apoye.

3. Se alejan de lo que era el único objetivo: el accionariado. No se pueden poner los intereses de los accionistas y los incentivos trimestrales por delante del crecimiento sostenible.

“Por suerte los nuevos líderes están encontrando nuevas formas de capital, demandando estructuras y resistiendo a las normas arbitrarias de las corporaciones que han existido durante décadas”, concluye Lisa MacCallum.

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