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La Asociación Multisectorial de Mujeres Directivas y Empresarias (AMMDE) y ESIC Business School lanzan WOMENS’S PROFESSIONAL EMPOWERMENT, un programa formativo que trata de llevar a las mujeres a un nivel superior de visibilidad y reconocimiento. Un apasionante proyecto que tiene como objetivo dotar de herramientas a mujeres que ya tienen una sobrada experiencia profesional, pero que todavía no han dado el salto hacia una marca personal potente y trabajada y a un perfil público que las pueda convertir en referentes para las generaciones venideras. Jara Abella, Directora de comunicación de la Asociación, entrevista a Irene Navarro, presidenta de AMMDE.

Estamos presentando un programa dirigido a mujeres para ayudar a potenciar su visibilidad y su marca personal, ¿Por qué se centra en mujeres? ¿Es tan evidente que pecamos de un déficit de visibilidad?

Lamento decir que sí. Estoy cansada de ver fotografías de foros, debates expertos o congresos donde, prácticamente, la totalidad del panel está compuesto por hombres. La organización de estos eventos se suele justificar alegando que no encuentran mujeres con determinado expertise, aunque yo creo que no buscan demasiado, porque mujeres a la altura las hay donde quiera que mires. La realidad es que existe una combinación de hechos que son fatales para la visibilidad de esas mujeres tan preparadas: por un lado, trabajan, y mucho, para sus empresas, haciendo malabarismos con sus vidas personales, tanto que apenas les queda tiempo para trabajar su propia marca. De otro lado, la propia cultura española no propicia, y menos en el caso de ELLAS, la ambición y el ego profesional bien entendidos. Creo que aquí tenemos algo que copiar a otras culturas, como la anglosajona, que ven con buenos ojos el ejercicio, tan sano y sin complejos, del valorarse y “venderse a sí mismo/a”.

Hay mujeres en España que tienen una importancia absoluta en sus organizaciones a las que gran parte de la sociedad no conoce y, sin embargo, hombres en posiciones similares o incluso inferiores son sobradamente conocidos y reconocidos. Para mí estas situaciones son de una tremenda injusticia que debemos empezar a aplacar cuanto antes, por el bien de las generaciones futuras.

AMMDE centra buena parte de sus esfuerzos en visibilizar a mujeres para convertirlas en referentes. ¿Por qué es tan importante que existan esos referentes femeninos? 

Para mí es la principal tecla del cambio. En la historia reciente hay varios ejemplos que lo demuestran; el caso de los deportes es clarísimo: desde que pusimos el foco en mujeres como Carolina Marín o Alexa Putellas, el bádminton o el fútbol base se han copado de equipos femeninos. Las niñas tienen que ver que otras mujeres llegan para seguir su ejemplo. Necesitamos científicas, ingenieras, CEOs, investigadoras…día sí y día también en los periódicos (en los medios, en el espacio público en general) para que nuestras niñas tengan un referente. Pero para eso aquellas mujeres tienen que dar el salto a la visibilidad. Es una condición sine qua non. Y por ello, ponemos en marcha este programa con ESIC, porque queremos empoderar a esas mujeres que están en condiciones de dar un paso más hacia el conocimiento público para que lo den sin miedo, sintiéndose preparadas y seguras.

Quizá demasiadas mujeres, a pesar de tener una carrera mucho más que solvente y una formación que supera la de muchos colegas masculinos en sus campos, están lejos de pensar que ellas precisamente pueden ser referentes. ¿Qué mensaje le daría a estas mujeres?

Les pediría que hicieran un ejercicio de justicia con ellas mismas y de responsabilidad hacia la sociedad. Que se miraran a sí mismas con objetividad, o con la subjetividad justa. Les invitaría a que honraran el esfuerzo que, seguramente, han hecho sus progenitores o el sistema para que ellas pudieran estudiar y formarse. Para que pusieran en valor todo el tremendo esfuerzo laboral y personal que han puesto, durante años, al servicio de sus propias empresas o las de terceros y encontraran en ese orgullo la fuerza para dar un paso más. Y les pediría que miraran a sus hijas, ahijadas, sobrinas… y pensaran en que este esfuerzo de visibilidad es su grano de arena en el camino de esas jóvenes, y que la recompensa de un mundo más igualitario para ellas bien vale la pena.

Háblenos un poco de las características de este programa. ¿A qué mujeres está dirigido? ¿Qué se llevarán las personas que participen en él?

Este es un programa diseñado para mujeres. Hecho a nuestra medida. Y terriblemente práctico, como somos nosotras (se ríe). El primer día se hace un escáner del impacto de tu marca personal en redes sociales y de tu participación en el espacio público. Desde aquí, tú decides, en función de tus objetivos y tu tiempo, tu propio plan de visibilidad. Es un plan que está vivo, y en el que te van guiando las coaches. Por esta y otras razones no es sólo un programa formativo, es mucho más, creado con mucho mimo y pensando en lo que fuera a resultar más prácticos para las participantes.

Voy a poner el ejemplo que tú siempre das, Jara, respecto a la comunicación, para que se entienda cómo el enfoque es enteramente femenino: tú cuentas que la mayoría de programas de posgrado cuentan con un módulo de comunicación, donde se ofrecen reglas de oro para ser un buen comunicador, pero que el estilo de comunicación que se enseña es muy masculino o masculinizante, y que muchas personas (no sólo mujeres) no se sienten identificadas con ese estilo, les resulta ajeno, se sienten impostadas cuando lo aplican y acaban por no incorporarlo en la práctica. No es que el modelo no sea correcto o no funcione, es que a muchas personas no les funciona. El planteamiento de nuestro programa es totalmente inverso: descubrimos tus puntos fuertes en la comunicación y te ayudamos a explotarlos. Y cada cual tiene los suyos, somos personas y no patrones.

Por lo tanto, ¿a quién aconsejaría este programa?

Women’s Professional Empowerment pone el foco en mujeres que ya tienen una sobrada experiencia y formación profesional, que tienen una carrera notable dentro de sus empresas (sean públicas o privadas), cualquiera que sea el sector al que pertenezcan, y que quieran trabajar ahora por ellas: por su visibilidad, por su reconocimiento, por su participación en actividades como charlas o foros, por ser voz experta para los medios de comunicación, para ser reconocidas como las excelentes profesionales que son.

A todas estas mujeres les diría que ésta es la mejor inversión que puede hacer una persona por su carrera: conseguir estar en el lugar que le corresponde después de todo el esfuerzo que ya ha realizado. Y lograr que su experiencia y profesionalidad sean reconocidas, también fuera de su empresa y de su círculo de competencia, ya sea este más o menos amplio.  Sólo necesitan dar un paso más, y les aseguro que no va a ser ni abrupto ni inseguro, sólo el que ellas estén preparadas para dar o el que mejor cuadre con sus intereses en este momento; es la suerte del WPE, que es, absolutamente, un traje a medida.

Para poner en marcha este programa AMMDE se ha sumado a ESIC Business School, ¿es un partner alineado con el espíritu de visibilidad de la mujer?

ESIC ha tenido, desde nuestra primera reunión, una actitud de proactividad e iniciativa positiva en favor del impulso de las mujeres directivas y empresarias. Tenemos la convicción de que nuestra alianza con un partner formativo de la talla de ESIC va a ser de gran utilidad, un compromiso real de un colaborador necesario y con la sensibilidad adecuada para la consecución de nuestros objetivos de una manera ágil.

Por último, le pido que haga un ejercicio de imaginación. Póngase en un escenario de futuro, año 2040. ¿Cómo ve a las empresarias y directivas de entonces? ¿Qué barreras se habrán superado, de cuáles seguiremos hablando y cuáles habrán caído por su propio peso o por el trabajo de asociaciones como AMMDE?

Tengo la absoluta certeza, cuando observo a nuestras millennials y a nuestras voluntarias de la generación Z, de que la mujer, por su excelente formación, así como por su cada vez más clara ambición de llegar y participar en la toma de decisiones para conseguir un mundo mejor, tendrá una posición relevante en todos los sectores públicos y privados. No habrá un horizonte lejano, sino un presente en el que aquella mujer que se lo proponga pueda conseguir las metas más exigentes.

Pero para ello, es absolutamente necesario que se identifique el talento femenino, se visibilice y que el elemento ejemplarizante sirva para ayudar e inspirar a todas las niñas y jóvenes que quieran alcanzar las metas y los retos más elevados.

Esperemos que para entonces no sean ya necesarias las cuotas para conseguir la paridad, pues a nosotras solo nos gustan las cuotas en tanto que se consigan los resultados buscados y solo hasta que sean necesarias.

Más información: https://www.esic.edu/landings/landing-ammde

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