Con este título mi gran amigo el Dr. Carlos Raimundo, acaba de publicar un artículo en el que escribe que a veces damos una importancia extraordinaria al liderazgo, estudiándolo en escuelas de negocios, en MBAs y en otros cursos de entrenamiento, y olvidamos que muchos de sus roles son intrínsecos a lo que aprendemos desde que nacemos, en el hogar, en la escuela y en el trabajo. La teoría de los roles estimula a las personas a desempeñar los roles que les pertenecen como parte de su identidad y desaconseja los pseudo-roles, roles que no nos pertenecen, roles que copiamos convincentemente y que luego resultan falsificaciones, no auténticos; roles que no crecen ni pueden mantenerse.
Muchos líderes desempeñan pseudo-roles cuando copian los ejemplos de líderes exitosos intentando hacer “lo que ellos hicieron” sin comprender que esos roles se jugaron en entornos diferentes y con personas diferentes. Podemos aprender de los roles de los demás, especialmente de los familiares, de los de los padres, hermanos, tíos y abuelos; también de los maestros, de los vendedores o de quienes susurran a los caballos. Pero la mayoría de las cualidades esenciales las vemos en la paternidad o maternidad.
Cuidar y proteger. Etimológicamente, cuidar es , por un lado, “dolerse, lamentarse, tener pena del sufrimiento del niño», “me dueles tú”; por otro, es “me eres muy querido y valioso”. Estos sentimientos radican en el sistema límbico, el área de las emociones y de la memoria; de forma que lo que nos es querido es más fácil de recordar; es donde sentimos al otro, donde también sentimos amor y odio. Pero no somos solo sentimientos: tenemos una corteza cerebral , un área que nos permite optar y que puede ser entrenada y educada para responder cuando no tenemos el ánimo de hacerlo. Es donde sentimos al otro. Esto es especialmente importante cuando estamos “en el medio” gestionando fuerzas que están en conflicto. Ya no se trata de mi sino de ellos y por eso hemos de apartar el Ego. También significa el cuidado de los hermanos y de otros miembros de la familia cuando pueden aparecer tensiones y preferencias personales. Esta tensión también está presente en las empresas cuando se tienen que alcanzar ciertos objetivos, un buen desempeño y lograr beneficios; y también atender a las necesidades de las personas. Con frecuencia sesgamos nuestras acciones hacia uno u otro de los polos con lo cual no estamos a la altura de una parte; el resultado: todos sufren.
Visión. No es casualidad que llamemos así a los propósitos fundamentales de la empresa porque el visual es el sistema cerebral más complejo y más desarrollado y está interconectado con todos los demás sentidos. Incluso podemos visualizar sonidos, ideas y sueños.
Podemos jugar esos roles padre/ líder de forma constructiva o podemos no llegar o sobre-actuar de forma fragmentada y reactiva. Podemos aprender a tener “insights” sobre la forma en que desempeñamos nuestros roles y aprender el arte de la paternidad/ liderazgo. No necesitamos ser padres o progenitores reales para usar esta metáfora para otras relaciones como las del liderazgo. Podemos observar el rol del padre desde el rol de hijo. Todos tenemos un padre que ha tenido muchas cualidades; o, lamentablemente, que ha estado ausente o practicando las cualidades opuestas a las que necesitábamos o deseábamos.
Para hablar de estos temas, el dia 20 en Madrid, a las 18,30 doy una charla a la que está el lector cordialmente invitado y de la que a continuación le proporciono toda la información. Espero verles allí
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