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La mejor forma de predecir el futuro es crearlo. Peter Druker ya nos anunciaba que es vital asumir la responsabilidad del presente para crear un futuro de éxito. 

Las organizaciones, y en concreto sus directivos, deben preguntarse para qué les pagan, y la respuesta no debe ser otra que la de preparar a la empresa para el futuro. Esta cita, de Tom Petters, sugiere, sin duda, una de las principales responsabilidades de un director ejecutivo, que es la de planificar y tomar medidas para garantizar el éxito y la viabilidad sostenida a largo plazo del negocio, en lugar de centrarse en los resultados del corto plazo. Esto implica que los máximos responsables de las organizaciones deben tener visión estratégica y estar al día de las tendencias y retos que podrían afectar la empresa en el futuro, y, en consecuencia, tomar medidas para asegurar que la empresa está preparada para enfrentarse a ellos, evolucionar y adaptarse a la nueva realidad.

La herramienta por excelencia que tienen las organizaciones para abordar con éxito las tendencias y los retos es la innovación, que permite la implementación de nuevas ideas, procesos o productos para mejorar su rendimiento y mantener la competitividad en el mercado. 

Felipe Ynzenga, Director Empresas de ESIC Corporate Education

No es un concepto nuevo que la innovación corporativa se implemente como parte de la estrategia empresarial. El primer ejemplo que podemos encontrar como innovación corporativa es la Revolución Industrial, dónde las mejoras en los procesos de producción y la tecnología hizo posible aumentar la eficiencia y productividad. Después pasamos a la gestión científica de 2010, también conocido como Taylorismo, basada en la aplicación de métodos científicos para optimizar procesos, centrándose en la estandarización y especialización de las tareas. Posteriormente llegó la era de la información, en la década de los 1960, pero hasta los años 2000, no llega a implementarse la innovación abierta, que durante esta década se consolida como la práctica común dónde empresas colaboran con otras empresas, startups, instituciones educativas e instituciones públicas para impulsar la innovación de manera conjunta. 

¿Y ahora dónde nos encontramos?, en la era digital, o innovación digital, que está transformando exponencialmente la forma que las empresas están operando y compitiendo en el mercado, transformando sus organizaciones para adaptarse a la digitalización, la inteligencia artificial y la automatización de procesos.

Las principales tendencias en innovación corporativa están haciendo que muchas empresas tengan que transformar, no solo los procesos, sino a las personas que trabajan en esas empresas. La capacitación del talento es ahora más que nunca estratégico y crear cultura de emprendimiento e innovación es vital para la supervivencia de muchas organizaciones. Las tendencias más comunes son, la transformación digital, la innovación abierta, el enfoque en la experiencia del cliente, la sostenibilidad y responsabilidad social y la Inteligencia artificial y automatización.

Obviamente la innovación corporativa enfrenta a la empresa a una serie de desafíos y barreras que impide que sus directivos pongan foco en centrar la estrategia en la transformación y mejora continua. La innovación puede requerir recursos significativos en tiempo, inversión, talento y tecnología. Otro de los retos es la resistencia al cambio, que puede ser una barrera importante, especialmente en organizaciones con culturas arraigadas y jerárquicas.

Pero no todo tiene que ver con los recursos y la cultura, mucho tiene que ver con la falta de visión y liderazgo de los directivos, que puede dificultar el desarrollo de la innovación corporativa, ya que los objetivos a largo plazo pueden no estar claros, lo que genera confusión y falta de guía. Del mismo modo la falta de conocimientos y habilidades son, sin duda, un reto clave, dónde la falta de preparación del talento impide el desarrollo de proyectos innovadores.

Otros limitantes a los que se enfrentan las empresas son las regulaciones y requisitos legales, que requieren un esfuerzo extra que alarga los procesos en la innovación. 

Y sin duda, la mayor barrera es el miedo a fracasar. Es por ello, que es importante que la empresa reconozca el fracaso como una parte natural del proceso de aprendizaje y crecimiento. Como decía Winston Churchill, el éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. Y esto requiere ser estratega, persistente y constante. 

Para salvar estas barreras, existen ya muchas metodologías contrastadas, que permite a las empresas avanzar en su proceso de transformación, y que, en entornos controlados, permiten trabajar con mayor seguridad fomentando la creatividad y la innovación.

Las más conocidas son:

  • Design Thinking: un enfoque centrado en el usuario para la resolución de problemas.
  • Lean Startup: enfocada en la creación rápida de prototipos.
  • Agile: un enfoque ágil de desarrollo de productos que se basa en la iteración continua, la colaboración y la capacidad de respuesta al cambio.
  • Scrum: un marco de trabajo ágil que se enfoca en la colaboración, el trabajo en equipo y la entrega de resultados en ciclos cortos.
  • Innovación abierta: una metodología que se enfoca en la colaboración con otras empresas, startups, universidades y organizaciones para impulsar la innovación de manera conjunta.
  • TRIZ: una metodología basada en la resolución sistemática de problemas a través de la aplicación de principios universales de la innovación.
  • Programas de incubación: los programas de incubación se centran en el apoyo a los equipos internos de la empresa en la creación y desarrollo de nuevas iniciativas y proyectos.
  • Hackathons: los hackathons son eventos de corta duración en los que se reúnen grupos de empleados para trabajar en proyectos específicos y fomentar la colaboración y la creatividad.
  • Iniciativas de intrapreneurship: estas iniciativas fomentan el emprendimiento dentro de la empresa, permitiendo a los empleados trabajar en proyectos creativos y de alta tecnología que pueden tener un impacto significativo en la empresa.
  • Programas de ideas: los programas de ideas brindan a los empleados la oportunidad de compartir y presentar sus ideas de innovación a la empresa.
  • Laboratorios de innovación: son espacios físicos o virtuales que se utilizan para fomentar la creatividad y la innovación a través de la colaboración y la experimentación.

ESIC Corporate Education lanza al mercado el INNOVATION CORPORATE PROGRAM, un programa que da respuesta y permite acompañar a las empresas en su proceso de transformación. Su metodología, eminentemente práctica, facilita crear cultura de emprendimiento e intra-emprendimiento, basado en un mix de metodologías de innovación que busca dar respuesta a retos reales propuestos por la organización. 

El objetivo del programa es el de generar nuevas oportunidades de negocio a medio y largo plazo, contando con los 4 elementos claves: Visión, Talento, Metodología y Estrategia. Un proceso y una metodología que facilita a la organización las herramientas para el desarrollo de proyectos innovadores, canalizar y fortalecer la innovación, fomenta trabajar con equipos multidisciplinares y crear ambientes de co-creación, definir un proceso de evaluación de proyectos y medir resultados. En definitiva, un programa que hace realidad a que la innovación empiece a formar parte del ADN de la empresa.

Mas información:

Por Felipe Ynzenga, Director Empresas de ESIC Corporate Education

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