La difícil seducción de la “Generación Z”

Pese a que muchas marcas todavía no han alcanzado a comprender cómo consume la generación millennial y lo que les hace diferentes, las compañías tienen ahora un problema y un nuevo foco de atención, como son los hermanos pequeños de los millennials, la «Generación Z», que no van a poner las cosas fáciles.

Para los adolescentes el consumo es algo distinto, ya que sus intereses y preocupaciones están marcados por otra serie de características.

Es un error aplicar los elementos con los que las marcas se relacionan con los millennials a esta otra generación. Según un análisis, para las empresas tratar con la «Generación Z» será aún peor, puesto que de entrada, los adolescentes no confían directamente en las marcas.

La analista Noreena Hertz, ha acuñado el término de «Generación K» para bautizar a estos jóvenes, tomando como referente a la protagonista de la película «Los juegos del hambre», Katniss Everdeen.

Se trata de un grupo al que le gusta leer estas historias, siendo los principales consumidores de sus adaptaciones al cine. Hertz explica que estos consumidores tienen una serie de características similares a la protagonista de esta historia.

Se trata de personas nacidas entre 1995 y 2002 que tienen un poder de consumo enorme, como indica la experta en Business Insider. Tan sólo en Europa, Oriente Próximo y África (la región de EMEA), este grupo demográfico supone un total de 150.000 millones de euros por año de consumo.

La difícil seducción de la “Generación Z”Pero para convertirse en beneficiarios de estos consumidores, hay que conocer que una de sus principales características es que desconfían de las instituciones tradicionales.  Aunque el tema es amplio, específicamente lo que toca a las marcas es la relación que tienen con las corporaciones.

La «Generación Z» desconfía por defecto de las marcas, siendo sólo un 6% lo que sí lo hacen, al contrario que el 60% de los adultos. Estos usuarios son un grupo marcado por realidades contrapuestas por el contexto en el que han crecido.

Además se le deben sumar otras características que les hacen ser difíciles a la hora de poder comunicarse con ellos. Estas son, que un 79% sufre ante la idea de conseguir un empleo, el 72% sobre las deudas potenciales que podrían tener algún día, y la mayoría son solitarios y se sienten así, además de estar permanentemente conectados a la red. Pese a ello se trata de una generación mucho más creativa que las anteriores, puesto que les gusta crear y diseñar cosas, y también más generosa, puesto que se preocupan mucho por la desigualdad.

Si bien los millennials crecieron en pleno boom económico y aceleración, la «Generación Z» lo ha hecho en un escenario confuso, peligroso y difícil, marcado por el terrorismo y la amenaza global, ya que es la generación marcada por el 11-S, y la manera en la que estos acontecimientos han afectado a la sociedad.

En un mundo económicamente inestable se esperan siempre lo peor, ya que el estallido de la crisis les ha hecho conocer un mundo inestable, precario y con un futuro económico difícil.

Por último, como punto alternativo, es una generación marcada por la tecnología, ya que son los verdaderos nativos digitales, puesto que no saben lo que es un mundo sin conexión, ya que no han llegado a conocer otra cosa diferente.

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