4 formas de mejorar la conversión de tu sitio web

Mejorar la conversión es conseguir que un porcentaje más o menos significativo de las personas que visitan una página web, acaben ejecutando una acción concreta previamente planificada, como rellenar un formulario, suscribirse o completar una compra.

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Cualquier empresa aspira a una conversión alta, pero los esfuerzos se suelen dirigir a conseguir más visitantes cuando la atracción de tráfico no lo es todo: si por cada 1500 visitas son 15 las que ejecutan una acción determinada, la tasa de conversión es del 1%; pero si son 20 quienes la completan de entre 1000 visitantes, la tasa será del 2%. Aunque habría que considerar otras variables, esos datos sin procesar nos indican que el segundo caso, aun con menos visitas, es más exitoso que el primero.

¿Dónde puede estar la diferencia? En las estrategias que se están llevando a cabo para mejorar esa tasa. Conviene ir revisando su aplicación, ya se trate de acciones básicas o especializadas, así que recopilamos algunas.

1. Consigue que la web gane en usabilidad

Una web no optimizada para dispositivos móviles, cuyos tiempos de carga son inasumibles o que tiene mal estructurados los contenidos, entre otras cosas, hará que el usuario huya despavorido y, por supuesto, sin completar ninguna acción de cuantas nos hubiera gustado que hiciera.

Se trata de invertir esfuerzos en la conocida experiencia del usuario a través de la usabilidad, conceptos que están estrechamente relacionados cuando hablamos de una web. La usabilidad, recordemos, es la facilidad de uso que una página web logra proporcionar al usuario, para lo que se mide su capacidad de aprendizaje, su eficiencia, su satisfacción, los errores que comete y cómo la interfaz ayuda a resolverlos, y la facilidad de recordar cómo funciona.

Para mejorarla, conviene trabajar una navegación intuitiva, optimizar la experiencia móvil y ofrecer una categorización clara, entre otros consejos a seguir.

2. Haz continuas llamadas a la acción

La web, a lo largo de sus páginas, debería estar provista con botones que inviten al usuario a hacer algo. Su configuración debe ser llamativa, resaltar dentro de la interfaz usando colores y tipos específicos, y el mensaje debe casar con el lenguaje propio de la marca: “Compra ahora”, “¡Lo quiero!”, “Cuéntame más”, “Quiero más información”, etc.

Se trata de dar protagonismo a estos botones, a través de los que el usuario va a completar la acción que esperas. Y eso supone eliminar de su camino virtual cualquier obstáculo que pueda encontrarse, como enlaces que llevan a sitios que no interesan. Es, en definitiva, marcar el camino.

3. Logra que confíen en ti

Los expertos en Marketing coinciden: todos tenemos una marca personal, sea cual sea el sector al que nos dediquemos. Otra cosa es que no le hayamos prestado la atención suficiente y haya permanecido abandonada. Y algo que puede no tener importancia para quien desarrolla sus relaciones comerciales siempre o eminentemente offline, puede ser nefasto para una web personal o de empresa.

La confianza está muy relacionada con la marca personal y es algo que se construye lentamente, pero que empieza por lo básico. Un cliente no quiere tener la sensación de que está hablando con una máquina e intuir que detrás solo hay personas queriendo ganar dinero. Necesita saber a quién le está adquiriendo ese producto o servicio, así que hay elementos fundamentales para hacérselo llegar: el apartado quiénes somos, los datos de contacto, fotos propias y del equipo, etc.

Les interesa también saber el impacto que esa marca, producto o servicio ha logrado generar en la comunidad, que, efectivamente, ha sido capaz de satisfacer su necesidad. Por eso es importante incluir cualquier posible aparición en los medios de comunicación tradicionales, que siguen contando con credibilidad, además de incorporar testimonios de otras personas que han tenido contacto con ese producto o servicio.

Ofrecer diferentes métodos de pago seguro y un buen servicio postventa también son elementos que ayudan. Y es que, aunque poner en marcha algunas estrategias de marketing resulta indispensable para el éxito en la actualidad, debe primar el sentido común: el componente humano influye en las decisiones, y el cliente necesitará sentirse acompañado. 

4. Cuanto más fácil, mejor

Si quieres que el usuario complete una opción, ¿por qué no ponérselo fácil? Una de las cosas más valiosas de la vida, por lo mucho que escasea, es el tiempo. Nadie está dispuesto a perderlo en algo que no le va a reportar nada.

Si te has propuesto conocer las necesidades de tus clientes y les pides que rellenen un formulario, envía preguntas concretas que respondan a lo que quieres saber, no un test digno de opositores. Y si quieres que completen una compra, no les pidas datos como el DNI, el género o el teléfono fijo si no es absolutamente necesario.

En ocasiones, unos cambios sencillos pueden mejorar mucho la tasa de conversión. En otras, se requerirá un diagnóstico más profundo.

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