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Los avances tecnológicos vividos en los últimos años han llevado a múltiples cambios de lo más radicales en todo tipo de sectores, incluido en el de la impresión. Procesos que antes requerían de un arduo trabajo y mucho tiempo de por medio, como por ejemplo imprimir catálogos y libros, en la actualidad se ha convertido en una tarea de lo más sencilla, que se puede llevar a cabo desde nuestra propia casa, siempre que se cuente con los profesionales adecuados que permitan conseguir los resultados deseados.

A continuación, se van a mostrar todos los aspectos que se deben tener en cuenta antes de imprimir un libro, aunque se pueden extender a otro tipo de elementos impresos como catálogos o similares. ¿Quieres publicar tu propio libro y no sabes cómo hacerlo? Echa un vistazo a los siguientes consejos y pautas.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de diseñar y maquetar un libro

Antes de proceder a enviar tu libro terminado a imprenta, es imprescindible seguir una serie de pautas para maquetarlo y conseguir que este esté elaborado en el formato deseado. Para ello, es imprescindible tener en consideración los siguientes aspectos principales:

  • Determinar las medidas que va a tener el libro: existen algunos formatos ya establecidos que se suelen utilizar de manera habitual en la impresión de libros, estos son los clásicos DIN A4, DIN A5 y 170 x 235 milímetros, aunque es posible elegir otras medidas que se puedan adaptar a los gustos del escritor.
  • Establecer la cantidad de páginas que se van a ofrecer: es cierto que el libro ya está terminado cuando comienza el proceso de maquetación, pero en función de la elección del tamaño de cada página, como se indicaba anteriormente, el texto puede abarcar más o menos cantidad de hojas. Llega el momento de adaptar lo que se ha escrito a la cantidad de páginas deseada, pudiendo variar también el tamaño de la letra para conseguirlo.
  • Elegir el tipo de papel para la impresión: existen diversos tipos de papel que se pueden utilizar en la impresión de un libro, la elección del más adecuado depende, además del gusto del escritor, de otros factores como la cantidad de páginas, el tipo de encuadernación, el público al que se dirige, etc. Los tipos de papeles más utilizados en este tipo de elementos literarios son el papel offset, que es el blanco clásico; el papel reciclado; el papel estucado o satinado; y el papel ahuesado, que es más transparente y de una tonalidad más amarilla que el tradicional.
  • Escoger la tipografía con la que se va a imprimir el libro: realmente este paso del proceso se suele hacer durante la redacción del libro, pero es posible, si se precisa, realizar un cambio de tipografía durante la maquetación, para adaptar el libro al diseño deseado.
  • Decidir el tipo de tinta que más se adapte a lo que buscas: depende si el libro contiene o no imágenes, es posible elegir que este esté impreso únicamente en tono negro o que incluya también tinta de otras tonalidades para colorearlo.
  • Seleccionar el tipo de encuadernación: uno de los últimos pasos a seguir es elegir el tipo de encuadernación que va a tener el libro, esta puede ser, como es común, blanda o dura. La elección de la misma depende de los gustos del escritor, aunque por lo general, la tapa dura se utiliza en ediciones más exclusivas o libros especializados en una materia concreta, como por ejemplo cocina o arte.
  • Decidir si se desea o no que el libro tenga algún tipo de acabado: el toque final de un libro es, por supuesto, su acabado. En este punto del proceso se puede determinar si se desea que las cubiertas del libro tengan un acabado barnizado, plastificado o lo que se conoce como reserva UVI, que viene a ser una especie de barniz pero únicamente en determinadas partes de la encuadernación.

Elementos a determinar para imprimir un libro

Además de los aspectos mencionados anteriormente, que se incluyen en el proceso de maquetación de un libro, es imprescindible tener en cuenta otros elementos antes de imprimir un libro, estos son:

  • Tipo de impresión: se puede elegir entre impresión digital, ya sea por inyección de tinta o láser, o bien, en el caso de desear imprimir un gran número de ejemplares, la impresión offset.
  • Gramaje del papel: los gramajes más habituales de papel que se suelen tener en cuenta a la hora de imprimir un libro son los de 80 gramos y 90 gramos, aunque existe un tercer tipo, el papel de 115 gramos, generalmente utilizado en aquellos libros que incluyen imágenes a color, dado que la cantidad de tinta utilizada precisa de un papel más resistente.
  • Elementos a incluir en la portada: por lo general, la elección de toda la información a incluir en la portada suele hacerse durante el diseño y maquetación del libro, pero si te has olvidado, no te preocupes, siempre puedes rectificar antes de enviarlo a imprenta. Los elementos clave que se deben incluir son, por supuesto, el título del libro, el nombre del autor, la editorial si es que la tiene, así como un bonito diseño relacionado con la historia.

Ahora que ya conoces todo lo que se debe tener en cuenta para imprimir un libro, ¿te animas a hacerlo?