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¿Tienes una buena idea de negocio, pero no sabes muy bien qué hacer con ella?

¿Te sientes incapaz de ponerla en marcha, o por el contrario eres de los que se lanzan sin pensárselo dos veces?

Si tienes una idea con verdadero potencial, tienes un tesoro. Sin embargo, es habitual que tú mismo la acabes desechando por temor al fracaso o por no saber muy bien qué hacer con ella.

En la mayoría de las ocasiones el miedo tiene su origen en la ignorancia, sobre todo cuando realmente no sabemos cómo desarrollar nuestra idea, lo que genera en nuestra mente pensamientos del tipo “de dónde voy a sacar el dinero necesario para poner en marcha el proyecto” o “no seré capaz de hacerlo”.

Si a estos pensamientos que son propios le sumamos los comentarios negativos de personas cercanas a ti… “¡estás loco/a!”, “¿para qué te vas a complicar la vida con eso?”, “¿y si pierdes toda la inversión?…”; difícilmente te lanzarás al mundo del emprendimiento.

Javier de la Casa, Presidente de Grupo Avanza y CEO de Kayzen Emprende: 'Emprender no es fácil, pero si cuentas con los conocimientos, habilidades y herramientas necesarias para ponerla en marcha, podrás superar todas las dificultades que surjan… Clic para tuitear

¿Cómo puedes combatir este miedo que tiene su base en la ignorancia o desconocimiento?  Obviamente,  sólo  existe  un  arma  poderosa  para  hacerlo:  la formación.

Las estadísticas muestran claramente que emprendimiento e improvisación no se llevan nada bien. Sin embargo, son muchos los que se lanzan a la aventura de emprender sin método, sin plan alguno que les ayude a guiar sus pasos. Es por ello que mi consejo siempre es aprender a emprender previamente, es decir, adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para hacerlo, antes de lanzarte. ¡No tengas prisa y aprende a la vez que das pasos hacia adelante en tu emprendimiento!

Partiendo de la base de que ya tienes una idea, que al menos en tu cabeza parece tener todo el sentido del mundo, lo primero que debes hacer es explorar su potencial y someterla a un proceso de maduración, hasta convertirla en un modelo de negocio perfectamente estructurado.

Para ello, necesitas aprender sobre herramientas ágiles que te permitan avanzar en tu proyecto a través de la superación de diferentes etapas. Estas herramientas aportan flexibilidad y eficiencia al proyecto, lo que se traduce en menores costes y en un incremento de la calidad final del producto.

Además, es importante que conozcas el entorno en el que se desarrollará tu empresa, lo que te permitirá descubrir aquellos aspectos que pueden influir tanto positiva como negativamente en él, así como, anticipar posibles situaciones a las que tendrás que hacer frente en un futuro próximo.

Otro aspecto importante hace referencia a definir el proceso que llevarás a cabo a la hora de identificar y segmentar a los clientes. Tener claro a quién va dirigido tu producto/servicio y cómo vas a organizar a esos clientes, te permitirá llegar a ellos y además escucharlos.

A través de esta escucha, la tarea de crear valor con tu producto/servicio te será más factible. Lograr que el beneficio que obtiene el cliente sea superior al precio que debe pagar por él, no es fácil, pero si lo conoces en profundidad es muy probable que descubras aquello que puede suponer un plus para él y por tanto, para tu producto/servicio. A esto es a lo que se llama convertir tu producto o servicio en una verdadera propuesta de valor para tu cliente.

No olvides que no necesitas tenerlo totalmente terminado para ofrecerlo al cliente. Gracias a este producto/servicio “incompleto” (conocido como producto mínimo viable), obtendrás una información muy valiosa para comenzar a recopilar impresiones y datos, lo que te permitirá medir resultados. De este modo la inversión será mínima y además te asegurarás que lo que estás creando se adapte a lo que realmente demanda tu cliente.

No creas que para afrontar este proceso necesitas ser un experto altamente especializado, porque realmente no es así. En realidad, sólo precisas un poco de orientación y ayuda para aprender el método con el que puedes desarrollar tu idea y medir su verdadero potencial, paso a paso.

Estos tan sólo son algunos de los aspectos sobre los que debes incidir y por supuesto formarte si tienes una idea y estás pensando en desarrollarla.

Emprender no es fácil, pero si cuentas con una idea con potencial que no logras quitarte de la cabeza y con los conocimientos, habilidades y herramientas necesarias para ponerla en marcha, podrás superar todas las dificultades que surjan en el camino y que sin duda te pondrán a prueba durante el proceso.

Por Javier de la Casa, Presidente de Grupo Avanza y CEO de Kayzen Emprende

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