La Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor de la Unión Europea (UE) ha acordado la creación de un nuevo proyecto de informe sobre la naturaleza adictiva de ciertos servicios digitales, como las redes sociales, los videojuegos online o las plataformas de streaming. El objetivo es tratar de aplacar estas características que crean dependencia a los usuarios con el objetivo de proteger su salud (física y mental).
Las redes sociales han evolucionado de forma exponencial hasta convertirse en una parte fundamental de nuestras vidas. WhatsApp, Instagram, X (antes Twitter) o TikTok tienen miles de millones de usuarios que se conectan cada día a estas plataformas. Lo que comenzó siendo una pequeña forma de conectar con amigos se ha acabado convirtiendo en la forma de entretenimiento por excelencia.
Más allá de la adopción masiva de estas apps, las compañías responsables de estas redes sociales trabajan continuamente en mejorar el diseño de estas plataformas para que los usuarios no quieran dejar de usarlas.
No obstante, a diferencia del sector del tabaco u otros productos, donde los fabricantes tienen que anunciar que tiene características adictivas por ley para poner al usuario sobre aviso, en el caso de las redes sociales, debido a su rápido crecimiento, los legisladores no han puesto ningún tipo de control sobre estas apps.
A pesar de que los numerosos beneficios que genera el uso adecuado y consciente de las redes sociales, también pueden tener efectos negativos. Lo más destacable son los efectos nocivos para salud mental, que pueden extenderse, además, a problemas físicos o incluso materiales como la pérdida de concentración y capacidad cognitiva, el agotamiento, estrés, depresión o tener actividad física limitada.
Conscientes de esta realidad, desde la UE están trabajando en una nueva normativa para limitar las características adictivas de los diseños de estas plataformas como puede ser el ‘scroll infinito’, la reproducción instantánea de contenidos o las constantes notificaciones globo que saltan sin parar para que vuelvas a la app.
En la actualidad, no hay suficiente información ni regulación para proteger a los más pequeños, y por ello la UE mediante la comisión antes mencionada está investigando estas características adictivas para poder regularlas y que las apps de redes sociales cambien su diseño a uno más «ético» que no tenga patrones oscuros que sean adictivos.
Fuente: Eleconomista.es