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Más allá de la tecnología, la necesidad de un cambio en la cultura empresarial, la gestión del talento y las personas destacan como claves fundamentales de la innovación y la competitividad.
La continua evolución tecnológica, los nuevos hábitos del consumidor digital y las exigencias de un mercado volátil, suponen constantes retos y desafíos para las empresas. En este contexto, seguir siendo competitivo y rentable no será posible para ninguna organización que no apueste por la innovación.
La cultura empresarial, la apuesta por el talento, la gestión de equipos intergeneracionales y la tecnología como herramienta de crecimiento, han sido algunos de los puntos que se trataron en el Think Tank DIR&GE “Innovación y nuevos modelos de negocio: la clave para conseguir nuevas oportunidades”, un espacio impulsado por Prodware, Citrix y Paga+Tarde.
Innovar: Buscando la ventaja competitiva
En un entorno que evoluciona a toda velocidad, la innovación se convierte en la principal herramienta para garantizar la relevancia y el posicionamiento de una empresa en el mercado. “La innovación viene motivada desde fuera, desde el mercado y los clientes. Los usuarios son los que hacen cambiar a las empresas y si no se adaptan, se quedan atrás. Muchos directivos no apuestan por el cambio hasta que no ven los resultados, pero la innovación debe venir desde arriba. Hay que permanecer muy atentos, porque el futuro es ahora”, explica Francisco R. Kleiber, Head of Marketing Spain de BigBank.
Para Isaac Centellas, Responsable de División de Ingeniería de Metro de Madrid, “la innovación es una ventaja competitiva, que garantiza la perdurabilidad y sostenibilidad de la empresa. La clave se encuentra en hacer de la actividad de innovar algo central en la organización”.
Concebir únicamente la incorporación de herramientas y soluciones tecnológicas en la gestión de la compañía como innovación es un error. “Asociamos la innovación a tecnología y, en muchos casos es así porque tiene que haber herramientas para crecer. Pero no es solo eso. Nos encontramos inmersos en una revolución socio-tecnológica, es decir, innovamos para mantenernos competitivos, pero también para satisfacer las necesidades de una sociedad que ha ido evolucionando. Debemos buscar cómo innovar para mejorar la experiencia del cliente”, asegura Santiago Campuzano, Country Manager de Citrix Systems.
Hacia la cultura Human Centric
Resulta imposible entender la innovación sin una transformación del modelo empresarial y la cultura corporativa. “Se pueden llevar a cabo cambios y no ser realmente innovador. El líder debe buscar un cambio útil en la organización. La innovación no debe partir únicamente del directivo, éste tiene que apoyarla, pero debe ser toda la organización la que se implique en el proceso. Hay que conseguir esa cultura de innovación en todos los equipos”, establece Rosa Allegue, Directora Financiera de SKECHERS USA Iberia.
Enric Ezquerra, presidente ejecutivo de Supermercados Sánchez Romero, reflexiona sobre la importancia de poner el foco en las personas. “La innovación debe ser un resultado continuo en la empresa. Es necesario establecer un enfoque para la estrategia y no perderlo de vista. Por lo tanto, el proceso implica personas, cultura, enfoque, herramientas y método. Y aun contando con todo ello, siempre existe un riesgo, ya que su puesta en marcha no es garantía de éxito.”
Mª Jesús Llorente, Sales & Marketing Director de Prodware Spain, pone en valor la importancia de la tecnología para alcanzar estos objetivos. “Los procesos de innovación que funcionan y tienen éxito son los que van ligados a un objetivo que, generalmente, está enfocado a producir un impacto en las personas: reducir la incertidumbre, predecir los problemas y generar experiencias. Alrededor de todo ello hay múltiples procesos que requieren tecnología”.
Esta idea es trasladable también a la pyme. “Generar innovación en las empresas familiares, donde el capital es mucho más limitado y hay que prestar especial atención a la rentabilidad, requiere mucha voluntad de transformar la mentalidad y combatir la resistencia al cambio”, comparte Fernando De Angel, CEO – Director General de Verdecora.
Las personas son el futuro
Detrás del gran concepto de innovación, tras la disrupción y la revolución, resulta imprescindible llevar a cabo una innovación en minúscula: la de las personas y la gestión del talento intergeneracional. Aquí, la labor del líder juega un papel fundamental. “La innovación no viene solo de los más jóvenes. También hay que conceder oportunidades a las generaciones más maduras, por ejemplo, apoyándoles con formación. La innovación no es solo captar talento, sino empoderar y capacitar a todos los empleados. Ayudar a las personas a adaptarse”, explica Juan Esteban, ex Director General de Douglas.
Para lograrlo, las marcas toman medidas concretas. Alejandro Cabal, Managing Director Iberia de TetraPak, comparte cómo en su organización establecen objetivos específicos para innovar. “Contamos con programas de formación y encargamos proyectos innovadores a personas menores de 35 años, tutelados por un mentor de mayor edad. Además, intentamos contratar cuatro personas al año recién graduadas en la universidad, que se incorporan en diferentes departamentos de la organización”.
Para Iñigo Arruti, General Manager de Hilton Madrid Airport, la implicación de los directivos es crucial. “En nuestro caso premiamos la innovación que surge de los empleados. Hay que canalizar esas ideas para que lleguen hasta los directivos y, en lo posible, aplicarlas y ponerlas en marcha para que los empleados perciban la importancia de esas ideas y vean que se hacen realidad. Esto mantiene la motivación en aportar valor a la compañía. No se pueden fomentar los cambios innovadores si no se ponen los medios y los recursos para ello. El reto de los directivos es facilitar esos medios.”
Innovar es un proceso que implica muchas más variables además de la tecnología y donde las personas y su talento se convierten en clave del éxito. Jaime Manso, Director Comercial de Paga+Tarde, concluye que “hay muchos más factores para innovar además de la tecnología, como detectar una necesidad y poner los medios para satisfacerla. Para conseguirlo, las personas son fundamentales, y es crucial despenalizar el error. Es necesario que los directivos impulsen el talento con comunicación directa, escucha activa y colaboración”.