Octava edición de la DIANA ESADE

El Gobierno, el Instituto de Estudios Económicos (IEE), Intermoney y Repsol, han sido las instituciones que más se acercaron con sus previsiones —todas del 3%— al crecimiento económico de 2016, un 3,2%. Un año en el que, si bien los organismos han sido más optimistas que el anterior en sus pronósticos —el promedio de la desviación apenas llega al medio punto—, ninguno se atrevió a anticipar que España mantendría el mismo ritmo de crecimiento que en 2015.

Octava edición de la Diana @ESADE sobre crecimiento económico y del #empleo en 2016 Clic para tuitear

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Octava edición de la DIANA ESADEEsta es una de las conclusiones de la Diana ESADE, que analiza la desviación media de las previsiones que hacen las principales instituciones en cuanto al crecimiento de la economía y del empleo durante los últimos tres años y que, para el ejercicio único de 2016, destaca el alto grado de error, casi dos puntos porcentuales de media, sobre la tasa de paro con el que ha concluido el año —un 20,5% frente a un 18,6%—. El Centro de Estudios de Economía de Madrid de la Universidad Rey Juan Carlos (CEEM/URJC) y, de nuevo, el Gobierno, han sido los que mejor se aproximaron, ambos con un 19,7%.

Diana Económica

Aunque ningún organismo se ha atrevido a pronosticar que en 2016 se mantendría el mismo ritmo de crecimiento económico del año anterior, todos han sido más optimistas que en 2015 y su aproximación ha resultado mayor. Hay instituciones que incluso mejoran considerablemente su grado de acierto. Tales han sido los casos del Gobierno, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) o el Instituto Flores de Lemus, que han llegado a escalar hasta diez posiciones entre las instituciones con mejores previsiones.

En cambio, se mantienen en la parte baja de la tabla el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Caixa, con previsiones que se desviaron 0,7 y 0,6 puntos, respectivamente, del PIB de 2016. Y se produce una gran caída, la del Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (CEPEDRE), que se solía encontrar entre los más acertados y que en 2016 registra casi un punto de desviación con su 2,3%.

La Diana ESADE que, para su cálculo, utiliza el promedio de las desviaciones de cada institución durante los últimos tres años, ha variado considerablemente en esta edición debido a los profundos cambios en el grado de acierto de las instituciones para 2016. Así, CEPREDE abandona su primera posición y se la cede a CEEM, al que sigue FUNCAS, por primera vez en segundo puesto, y los servicios de estudios de BBVA, Santander y Repsol. Los cinco no se han desviado de media más de 0,6 en sus previsiones de los tres últimos años. El Gobierno y el Banco de España, por su parte, se aproximan más al centro, un 0,77 y 0,83 puntos de desviación media. Mientras, que el FMI, con 1,23 puntos, y la OCDE, con uno, son los más alejados de la Diana.

Europa y la Zona Euro

Desde hace tres años, la Diana incluye un análisis del grado de acierto en las previsiones de algunas de las instituciones anteriores, además de Bloomberg, sobre las cuatro economías europeas principales —Alemania, Francia, Italia y Reino Unido— y, en esta edición y como novedad, incluye la del grado de acierto para el PIB de la Zona Euro. En esta última, destaca el pronóstico que hicieron los servicios de análisis de BBVA y del FMI, y de la propia Comisión Europea. La primera se desvió 0,18 puntos del 0,4% de PIB final. La segunda y la tercera, lo hicieron en 0,2 y 0,22 puntos.

Por países, las instituciones que más se han aproximado en su previsión para el porcentaje en el que han terminado creciendo las economías alemana, francesa, italiana y británica en su conjunto, y durante los tres últimos años, fueron Bloomberg, con un promedio de desviación de 0,24 puntos; la Caixa, con otro de 0,3 puntos, y Santander, con 0,39. Si valoramos las regiones por separado y solo para 2016, la economía más difícil de predecir ha resultado ser la de Francia, que acabó el año pasado con 1,1% de PIB y donde la media de desviación fue de 0,52 puntos; la que menos ha sido la de Reino Unido, que ha concluido 2016 con un 2,2% de PIB, del que la media de previsión de las instituciones solo se ha desviado en 0,17 puntos.

Diana del Empleo

A diferencia de las previsiones económicas para 2016, las relativas al mercado laboral para este mismo ejercicio no han sido tan acertadas. La media de los pronósticos de las instituciones analizadas para la tasa de paro es de un 20,5%, cuando ésta según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2016, se ha situado en un 18,6%. El Gobierno y CEEM/URJC se han desviado en menos de un punto, ambos con un 19,7%, mientras que CEPREDE, al igual que en sus previsiones económicas, ha sido la institución que más se ha alejado de la realidad, anticipando un 21,8%.

En este caso, las instituciones que han mejorado su grado de acierto son OCDE y la Comisión Europea, que ascienden diez puntos en la lista de los que más se aproximaron al paro de 2016 y, de nuevo, el Gobierno, que sube del décimo puesto al primero. El Instituto Flores de Lemus, por el contrario, pierde catorce posiciones y se coloca como el penúltimo de la tabla de aproximación. También destaca la caída de IEE que, a diferencia de lo que ocurrió con sus previsiones para el crecimiento económico de 2016, en cuestión de paro se alejó del dato real de desempleo más dos puntos con su 20,8%.

Este baile en los aciertos sobre la tasa de paro de 2016 provoca también un cambio importante en la Diana del Empleo, que analiza la desviación media de cada institución en los últimos tres años. En su nueva edición, ésta sitúa a CEEM/URJC, FUNCAS y BBVA más cerca de la Diana que otros años. La parte que no varía tanto es la exterior, donde OCDE y la Comisión Europea —y ahora CEPREDE— continúan siendo las instituciones más alejadas. Solo el Gobierno, compañero histórico de los anteriores en este análisis, abandona su posición para acercarse al centro de la DIANA.

Elasticidad Empleo PIB /2015

Por segundo año consecutivo, la Diana ESADE presenta la variación porcentual en el empleo dividida por la variación porcentual del PIB en cada una de las previsiones de las instituciones analizadas. Es decir, la elasticidad del empleo respecto al crecimiento económico. En esta edición, se observa que prácticamente la totalidad de las instituciones incorporan en sus análisis una creciente sensibilidad del empleo al crecimiento económico. Finalmente, la elasticidad real (0,72) ha sido inferior a la prevista (0,95) y a la de 2015 (0,94).