Un grupo de expertos analiza el contexto actual alimentario y traza una serie de líneas que no deben sobrepasarse para no colapsar el sistema.
Cómo se puede evitar un posible colapso del sistema alimentario Clic para tuitearA consecuencia del cese de toda actividad económica no esencial, unido a las medidas restrictivas adoptadas previamente, una de las mayores preocupaciones en torno a la economía global en estos momentos de crisis, es evitar el colapso del sistema alimentario.
En este sentido, la fundación Alianza para la Mejora de la Nutrición (GAIN) organizó un panel de expertos formado por Lawrence Haddad, su director ejecutivo, Jess Fanzo, profesora de política y ética alimentaria, Corinna Hawkes, directora de Food Policy City, Steve Godfrey, director de inversiones de GAIN, y Lynnette Neufeld, directora de Monitoreo, Aprendizaje e Investigación en GAIN. En dicho panel se definieron cuatro límites que respetar para evitar el colapso del sistema alimentario.
No llevar a cabo un incremento de precios
Una subida de precios, principalmente en los alimentos básicos, dificultaría su compra por parte de los sectores más vulnerables y de aquellos que, durante esta crisis, han perdido poder adquisitivo al verse reducidos sus ingresos. El resultado de esta subida, por otra parte, aumentaría el consumo de productos procesados, lo que implica una alimentación menos saludable con todas las graves consecuencias que ello supone.
Vulnerabilidad de agricultores y jornaleros
Este grupo de expertos señala que la vulnerabilidad de agricultores y jornaleros, por lo general, recae en “el perfil de avanzada edad de muchos de los agricultores y el patrón de mortalidad del COVID-19. Implicará menos producción de alimentos y otros medios de vida rurales no agrícolas se verán más debilitados”. Además de este factor, hay que tener en cuenta la precariedad laboral que afecta a muchos de los jornaleros.
Olvidar la importancia de la soberanía alimentaria
El inicio de esta crisis sanitaria hace necesario revisar e incrementar las medidas y políticas de seguridad alimentaria, como una de las prioridades de los países a nivel global.
Por otra parte, existe una preocupación por una posible pérdida en la variedad de alimentos que, según estos expertos, puede producirse debido al impacto directo en los costes de transporte transfronterizo de los alimentos, tanto en el mercado interior como exterior de los países.
La desunión entre sector público y privado
Por último, este grupo de expertos aboga por una colaboración entre ambos sectores, así como una oportunidad para modificarlos mensajes que se transmiten desde el sector público, no solo sobre higiene, sino también sobre consumo y preparación de alimentos nutritivos.
Fuente: traveler.es
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