Por primera vez en tres años, los supermercados españoles han logrado un crecimiento en el volumen de sus ventas. Impulsados principalmente por las marcas blancas, el sector experimentó un aumento del 1,7% en el primer trimestre, en contraste con una caída del 4,1% en el mismo período de 2023. Según la consultora NIQ, este aumento en volumen ha ido acompañado de un menor crecimiento en valor, debido a la desaceleración de los precios. En los primeros tres meses de 2023, el crecimiento en valor fue del 10,7%, reduciéndose al 4,8% este año. Para los supermercados, es crucial el aumento en volumen más que en valor, especialmente porque el incremento de costos ha reducido sus márgenes de beneficio.
El crecimiento del volumen de ventas entre enero y marzo es significativo, ya que el sector ha estado enfrentando desafíos por el alza de precios. En 2021, las ventas en volumen disminuyeron un 2,8%, en 2022 bajaron un 0,7% y en 2023 se mantuvieron casi sin cambios, con un aumento del 0,9% debido a una ligera recuperación en diciembre.
El Barómetro del Gasto en Retail, elaborado trimestralmente por NIQ y GfK, indica que «tras unos años turbulentos para el mercado de gran consumo, con precios muy por encima del IPC general, el primer trimestre de 2024 ha reflejado una tendencia de moderación de la inflación alimentaria, acercándose rápidamente a niveles más habituales». El gasto en alimentación envasada aumentó un 5%, en productos frescos un 5,6% y en droguería y perfumería un 2,7%. Antonio de Santos, Director de Retailer Vertical de NIQ en España, señala que «aunque los precios están moderando su crecimiento, los consumidores siguen en modo ahorro, lo que favorece la evolución positiva de las marcas de distribución, que continúan ganando cuota de mercado». Según él, «con precios más moderados que en 2023, los fabricantes han comenzado a reactivar las promociones, siendo esta la medida más mencionada por los hogares para controlar el costo de su cesta de la compra».
Asimismo, ante el aumento de precios y con casi el 50% de participación media en el mercado, todas las cadenas de distribución están fortaleciendo sus propias marcas en detrimento de los fabricantes. Datos de Kantar Worldpanel indican que las marcas blancas están creciendo en cadenas donde ya tenían una presencia significativa, como Mercadona, Lidl, Aldi o Dia, así como en aquellas donde su participación era menor, como Carrefour, Alcampo, Eroski, El Corte Inglés y el Grupo Ifa. Los grandes fabricantes reconocen que «es un fenómeno generalizado» y alertan que esto está provocando una retirada masiva de sus productos de los estantes. «Nos están expulsando del mercado para reforzar sus propias marcas», afirman.
Por ejemplo, en Lidl, la marca blanca representa el 81,9% del total de ventas, casi dos puntos más que el año pasado, y en Mercadona, Hacendado y otras marcas propias ya representan el 74,5% del negocio, seis décimas más que el 73,9% del año anterior. Estas dos cadenas, que según Kantar acaparan más de un tercio del mercado, están dejando menos espacio para que los fabricantes crezcan. La industria alimentaria y de gran consumo advierte que esta tendencia no es una excepción. Aldi, con un 61,1% del negocio en marcas propias, y Dia, con un 56,3%, también muestran un incremento significativo en la participación de sus propias enseñas.
Fuente: Eleconomista.es