El grupo británico de comercio electrónico ha decidido cerrar sus oficinas en China, así como la plataforma con la que operaba en el país, pese a que seguirá vendiendo en este mercado a través de Asos.com.
La empresa ha estimado que su cierre en el gigante asiático supondrá aproximadamente 10 millones de libras, ya que como explica su consejero delegado, Nick Breighton, “continuaremos operando en China, sólo estamos sirviendo a nuestra creciente base de clientes de una manera más eficiente y menos costosa”.
El desembarco de Asos en el país asiático se produjo en 2013, cuando la firma pretendía ofrecer a los clientes del país un servicio de entrega y devolución más rápido, compitiendo con grandes organizaciones locales, como Alibaba.
Aunque Asos anunciará la semana próxima sus resultados correspondientes al primer trimestre de 2015, la empresa finalizó el ejercicio de 2015 con una cifra de negocio de 1.150,8 millones de libras (1.605 millones de euros), lo que supuso un alza del 18% con respecto al 2014.