Aunque un gigante del eCommerce como Amazon sorprendiera a todos con su iniciativa de reparto de paquetería con drones, no hace falta irse lejos para encontrar compañías que han integrado aeronaves no tripuladas en su modelo de negocio.
Los usos de los #drones se multiplican para las #empresas Clic para tuitearTiempo de Lectura: 3 minutos
Los drones facilitan muchos trabajos mecánicos y abaratan los costes, sobre todo de las pymes, en los sectores agrícola, industrial y audiovisual.
Son, además, una potente herramienta de marketing. Es lo que hizo la pyme cántabra Currus&Co, que apareció en numerosos medios de comunicación como la primera panadería del mundo que podía repartir sus productos gracias a una pequeña flota aérea.
Fue una campaña de publicidad perfecta, a pesar de que con la actual normativa no es posible el reparto de mercancías con drones en las ciudades.
También dentro del ámbito publicitario, los drones están siendo muy utilizados en el campo audiovisual, y muchas compañías los usan para grabar videos corporativos.
Las cámaras incorporadas en los drones permiten grabar escenas desde ángulos imposibles para otros dispositivos.
Además, las distintas velocidades con las que vuela la aeronave pueden combinarse con diferentes mensajes que incorporen los valores de la compañía, sorprendiendo y enganchando al cliente.
La industria y la agricultura son dos de los sectores en los que los drones pueden tener un mayor potencial.
Según Julio Memba, director académico del curso de pilotaje de drones en U-Tad, las posibilidades son infinitas: «Desde grabar planos para crear escenas en 3D, hasta controlar, con imágenes térmicas, las posibles fugas de gas en fábricas«.
En agricultura, los drones ya se están usando para control de plagas y fumigación de cultivos.
La mayor parte de proveedores de estos servicios son pymes que desarrollan, reparan o pilotan las aeronaves.
Actualmente Aesa, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, tiene registradas más de 2.000 licencias de operadoras.
Un número que, según pronostica Julio Memba, se multiplicará: “Los drones tienen autonomías de vuelo que van desde los treinta minutos hasta más de tres horas, y sus servicios son mucho más baratos que hacer las mismas tareas con avionetas o helicópteros«.
El escollo de la normativa
Los expertos apuntan hacia la regulación de los drones como el mayor obstáculo para el desarrollo de este mercado.
«Se legislan estos vehículos como si fueran aeronaves«, señala Javier López, socio de Écija Abogados. Por lo tanto, estas aeronaves se enfrentan a las mismas limitaciones que un avión.
De forma general, el dron debe estar siempre al alcance visual del piloto y a no más de 500 metros de distancia y no más de 120 metros de altura y fuera de grupos de población.
Algunas de las empresas que ya han dado uso a sus drones
‘Big data’ para desarrollar el olivar andaluz
A finales de 2015, la experiencia de proveedores agrícolas acumulada durante cuatro generaciones se unió al desarrollo técnico de Hemav, una multinacional de ingeniería civil.
El resultado de aquellos contactos fue Smart Flight, una consultoría para agricultores cuya función es ayudarles a aumentar la producción de sus parcelas y la calidad de sus cosechas.
La compañía recurre a la tecnología dron para analizar el estado del olivar andaluz gracias a las cámaras térmicas y sensores multiespectro que se acoplan en sus dispositivos de vuelo.
Luego, esas imágenes se procesan con soluciones big data y herramientas de gestión en la nube.
Sus clientes van desde grandes cooperativas y cadenas de alimentación hasta el pequeño agricultor.
El coste de digitalizar las parcelas y visualizar su estado es muy inferior al realizarlo con estos aparatos, y resulta rentable en superficies desde las diez hectáreas.
Programas de televisión
Tres miembros de una familia fundaron en 2015 DronPlanet, una empresa que ha explorado desde el aire las selvas de Honduras o los acantilados cántabros para filmar las escenas de programas televisivos.
El trabajo con productoras supone el 70% de su actividad.
Ingeniería de control remoto
Los responsables de Dronair se dieron cuenta de que las aeronaves no tripuladas iban a sustituir a las grúas, los andamios y los helicópteros en el mercado industrial.
Así, en 2014 la compañía inició su andadura, ofreciendo servicios de seguimiento de obra, inspecciones de líneas eléctricas o el control del estado de grandes infraestructuras.
Sus equipos son capaces de detectar la oxidación o los puntos de fisura de un puente de 80 metros de altura sin necesidad de descolgar operarios de trabajos verticales, reduciendo considerablemente tiempos, costes y riesgos laborales.
Arqueología desde otro punto de vista
Las excavaciones a base de cincel y cepillo pueden quedarse anticuadas gracias al uso de los drones.
Aerofoto es una pyme pionera en la fotografía aérea, y en registrar y catalogar los objetos de los yacimientos.
La incorporación de los drones ha permitido a la empresa añadir a sus servicios la fotogrametría, es decir, la reconstrucción de superficies y edificaciones como si estuvieran sobre el terreno.
Luchando contra la avispa asiática
Desde que en 2010 la avispa asiática, ‘Vespa velutina’, entró en España, la región cántabra ha sufrido especialmente sus consecuencias.
En 2015 el equipo de GoVision se alió con otras pymes, Bilbomática y GpiDrone para luchar contra esta plaga.
Según afirma Francisco José Vargas, responsable de StopVelutina.com, la función del dron consiste en monitorizar los movimientos de las avispas y predecir su comportamiento.
Su última medida ha sido acoplar dispositivos con pértigas en los drones, para atacar los nidos de los insectos.