La sostenibilidad se ha consolidado como un pilar fundamental en las estrategias de negocio, especialmente en el comercio electrónico. Sin embargo, un reciente estudio del informe «Golden Quarter: Tendencias de Consumo 2024» de Packlink revela una paradoja inquietante para las empresas: a pesar de que la Generación Z muestra un elevado interés por la sostenibilidad, casi un 40% de estos jóvenes priorizan la rapidez en la entrega sobre criterios ecológicos al realizar compras online.
Este comportamiento contrasta con el resto de la población, donde el 71,7% de los consumidores estaría dispuesto a aceptar tiempos de entrega más largos si eso conlleva una menor huella ambiental.
Tensión entre rapidez y sostenibilidad
Para las compañías, especialmente en el sector del e-commerce, esta aparente contradicción genera un desafío significativo. La Generación Z es un grupo demográfico influyente y en crecimiento, cuya demanda de rapidez pone en jaque la capacidad de las empresas para responder con opciones sostenibles. Esto requiere una reevaluación de sus operaciones logísticas y la adopción de modelos híbridos que logren un equilibrio entre la eficiencia en los envíos y la responsabilidad ambiental.
Según el informe, la Generación Z encabeza las tendencias en favor de la sostenibilidad, con un 82% de sus miembros apoyando prácticas empresariales responsables, superando a otras generaciones como la X (81%) y los millennials (74%). Sin embargo, la necesidad de inmediatez al comprar online parece prevalecer en sus decisiones finales, lo que sugiere que el precio de la rapidez es, a menudo, el compromiso con el medio ambiente.
Implicaciones para el futuro del eCommerce
El estudio de Packlink se enmarca en un contexto donde los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) están ganando protagonismo. Las regulaciones emergentes, la presión de los consumidores y la exigencia de los inversores están impulsando a las empresas a adoptar políticas más sostenibles. Según Bloomberg Intelligence, más del 50% de los inversores consideran que los criterios ESG son determinantes para mejorar el rendimiento de sus inversiones.
Este interés en la sostenibilidad no solo es una tendencia pasajera, sino una necesidad estratégica que impacta tanto en la reputación corporativa como en la rentabilidad a largo plazo. Más del 48% de las pymes en España están adoptando medidas sostenibles, aunque el país aún se sitúa por debajo de la media global (54%), según Grant Thornton. Las empresas de comercio electrónico, que ya han dado pasos importantes en la reformulación del packaging, deberán ir más allá para enfrentar las expectativas duales de los consumidores: la inmediatez y la sostenibilidad.
Adaptarse a esta dualidad será esencial en un mercado cada vez más competitivo. La inversión en innovación logística y la mejora de la eficiencia en la cadena de suministro serán claves para alcanzar este equilibrio. La directora de marketing de Packlink, Noelia Lázaro, subraya que la sostenibilidad no es una opción, sino una obligación ineludible para las compañías. La capacidad de ofrecer rapidez en los envíos sin comprometer el compromiso ambiental determinará la capacidad de las empresas para conectar con un consumidor cada vez más consciente, pero a la vez exigente, marcando así el futuro del comercio electrónico.
Fuente: Just Retail
