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Los créditos rápidos se han convertido en la solución más eficaz para hacer frente a problemas económicos puntuales. Pero no solo eso, también son la opción más sencilla y fácil de obtener dinero para una pequeña reforma, unas vacaciones o hacer algunas compras que se nos salen del presupuesto familiar. Las ventajas de este producto financiero son muchas, y los inconvenientes no tienen por qué suponer un problema si se actúa con sentido común.

A la hora de pedir un crédito rápido, lo primero que hay que saber es que los tipos de interés son a partir del 19,9% TAE. Además de que los intereses son más elevados que los préstamos tradicionales, también hay que verificar el importe de las comisiones por demora en los pagos y las posibilidades de negociación. Ahora bien, si lo que se quiere es rapidez a la hora de tener el dinero en la cuenta, este es el precio que hay que pagar.

Este producto financiero tiene sus ventajas y sus inconvenientes, algo a tener en cuenta a la hora de solicitarlo. Ahora bien, actuando con responsabilidad y sabiendo lo que se está firmando, cualquier persona se puede beneficiar de estos préstamos personales de manera sencilla y rápida. Todo depende de las circunstancias personales de cada uno y de cómo actúe con respecto al pago de la deuda.

Los créditos rápidos se han convertido en una solución eficaz para hacer frente a problemas económicos puntuales. Descubre sus principales ventajas e inconvenientes Clic para tuitear

Ventajas y desventajas

Para conocer bien qué son y cómo funcionan los créditos rápidos, nada más práctico que saber cuáles son sus ventajas y cuáles sus desventajas o inconvenientes. Por otra parte, la mayoría de estos préstamos se gestionan online, lo que también añade ciertos beneficios. A continuación, se enumeran las principales ventajas de los préstamos rápidos para que, de acuerdo a ello, se pueda tomar la decisión más acertada:

  • Respuesta rápida por parte de la entidad financiera.
  • Al ser online se evitan los desplazamientos y se ahorra tiempo.
  • Solución apta para particulares, autónomos y pequeñas empresas.
  • Cuotas mensuales asequibles.
  • Para pequeñas cantidades no es necesario aval.
  • Se recibe el dinero en la cuenta en plazo de 48 horas.
  • No es necesario domiciliar la nómina.
  • Se puede utilizar el dinero para lo que se desee sin necesidad de justificar los motivos.

Sin duda, todas estas ventajas es lo que lo convierten en el producto financiero más demandado de los últimos años. La facilidad y celeridad con que se gestiona y se recibe el dinero solicitado no tiene comparación con los préstamos tradicionales. Además, puede sacar de un apuro a quienes necesitan efectivo de manera inmediata. No obstante, a continuación, se detallan sus desventajas:

  • Tipos de interés que suelen rondar el 20 % TAE.
  • Solo válido para quienes no están en un listado de morosos.
  • Importes poco elevados en la mayoría de los casos.
  • Posibles mayores comisiones de cancelación o amortización anticipada.
  • Hay que demostrar tener ingresos fijos mensuales.

Además de estos inconvenientes, hay un punto importante a tener en cuenta, y es que, no se deberían usar nunca para saldar otras deudas, porque se podría caer en un efecto bola de nieve del que podría ser muy complicado salir. Estos créditos es mejor utilizarlos para situaciones puntuales donde se necesita efectivo de manera rápida. Eso sí, siempre y cuando se esté seguro de poder pagar las cuotas regularmente.

En definitiva, los créditos rápidos, al igual que las tarjetas de crédito, son una manera de conseguir dinero rápido sin demasiados trámites y sin tener que aportar garantías. Si se utilizan adecuadamente son muy útiles, pero hay que ser conscientes de lo que implican para no dejarse llevar y endeudarse en exceso. Hay que verlos como herramientas de financiación puntual, no sistemática.