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Como en su día ocurrió con Steve Jobs, los emprendedores miran ahora con admiración y también cierta envidia a la nueva figura de los jóvenes ingenieros que se instalan en California.
Se trata de Elon Musk, sudafricano de 45 años, que está revolucionando la industria automovilística con los coches eléctricos Tesla. Junto con ello, Elon Musk ha sido capaz de traer a la Tierra de vuelta los cohetes espaciales de su fábrica de SpaceX, ha diseñado con SolarCity las placas fotovoltaicas más eficientes del mundo para alimentar a las electrolineras donde repostar el coche. Y ha desarrollado Hyperloop, un tren que roza la velocidad del sonido, además de Open AI, un centro de investigación sin ánimo del lucro, que promueve la inteligencia artificial en código abierto.
Está claro que el empresario piensa a lo grande, puesto que no sólo se conforma en demostrar la viabilidad de los coches eléctricos, sino en cómo serían las autopistas del futuro donde recargar gratis la energía limpia en los vehículos.
Además, sus cohetes no sólo regresan del espacio para abaratar los viajes orbitales, sino que también aceleran la carrera espacial, ya que su reto principal es llegar a Marte y establecer una colonia permanente.
Desde Bloomberg BusinessWeek, el periodista Ashlee Vance, resume la visión de este emprendedor que “quiere salvar a la especie humana de la aniquilación” presentando su libro “Elon Musk. El empresario que anticipa el futuro”.
El ex columnista de The New York Times está convencido que el futuro de la especie humana pasa por habitar en otros planetas, por lo que todas las decisiones de Elon Musk van encaminadas a contribuir en que ese momento llegue cuando antes.
El perfil de este emprendedor de moda se define por una perseverancia infinita y un intelecto fuera de lo común.
A la hora de elegir tres momentos en la vida de Musk, Ashlee Vance escoge “cuando a los 12 años escribió el código de su primer videojuego vendido por 500 dólares”. Otro día significativo es “cuando lo echaron de PayPal, la empresa que él mismo fundó. Se dio cuenta de lo mucho que debía aprender, entre otras cosas como ser un buen jefe”. Y cuando alcanzó el éxito en las startups tecnológicas, cuyo primer proyecto fue Zip2, un indexador de webs de medios de comunicación que en 1999 vendió a Compaq Computer por 300 millones de dólares. La segunda venta fue la de PayPal, de la que era accionista mayoritario, adquirida en 2002 por eBay a cambio de 1.500 millones de dólares.
Cosecha del puntocom
Del dinero conseguido logró construir su actual imperio y “sobrevivir al año 2008”, indica Vance, donde casi estaban en bancarrota Tesla Motors, SpaceX y SolarCity. Cuatro años más tarde, en 2012, una de sus naves llegó a la Estación Espacial Internacional y Tesla presentó su Modelo S, mediante el que demostró que los coches eléctricos ya estaban al mismo nivel que los de gasolina.
Precisamente la admiración de muchos emprendedores hacia Elon Musk se debe a su capacidad de innovar en industrias complejas, que tienen poco que ver con los negocios online.
En SpaceX, a Musk se le ocurrió que todas las partes que conforman el proceso podrían estar bajo un mismo techo en Los Angeles, por lo que los ingenieros desarrollan sus modelos 3D al lado de donde los soldadores ensamblan las piezas de los cohetes. Así los diseñadores pueden tocar y ver el fruto de su trabajo y rectificar, en caso necesario, con mayor agilidad.
Liderazgo fuera de lo común
Dicen de él que su nivel de exigencia con el equipo llega a rozar la tiranía, aunque procura esforzarse para que sus empleados trabajen en un entorno cómodo.
A través de su libro, Ashlee Vance destaca que los 30 ingenieros que trabajaron en el cohete de SpaceX, lo hicieron en jornadas maratonianas con fines de semana incluidos, donde a diario a las ocho de la tarde hacían un parón para jugar a un videojuego de acción. De hecho, fue el propio Musk quien se encargó de mejorar la instalación eléctrica de la oficina para que pudiese soportar tener a una treintena de jugadores online.
El perfil de @elonmusk se define por su perseverancia infinita y un intelecto fuera de lo común. Clic para tuitear
A la hora de renovar e innovar industrias tradicionales, Elon Musk se ha hecho algunos enemigos, como las «Big Three de Detroit» (General Motors, Ford y Chrysler), que esperan el fracaso de Tesla.
Recientemente SpaceX ha firmado un acuerdo con la NASA por más de 10.000 millones de dólares, con el objetivo de realizar misiones que antes sólo hacía la Agencia Espacial Federal Rusa.
El emprendedor presentó en 2012 un sistema de transporte conocido como Hyperloop, que es capaz de superar los 1.100 km/h y unir Los Ángeles con San Francisco. En esta especie de gran tubo con aire a baja presión circularían las cápsulas en forma de bala, y todo por un coste de alrededor de los 6.000 millones de dólares, 30 menos que si construyese el tren de alta velocidad.
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