El físico sudafricano Elon Musk, cofundador de Tesla y Paypal, no quiere limitarse a hacer realidad los coches autónomos. Su proyecto Hyperloop pretende relegar al tren y al avión a un segundo plano, y convertirse en el medio de transporte del futuro. Para 2017, la empresa encargada de su construcción se ha marcado el objetivo de desarrollar una red que conecte varias ciudades bajo el concepto de conectividad mundial. Que el Hyperloop sea una realidad puede no estar tan lejos.
@HyperloopOne, el transporte que conectará el mundo a más de 1.300 kilómetros por hora Clic para tuitearTiempo de Lectura: 3 minutos
Físicamente, el Hyperloop consiste en una especie de cápsula de aluminio que utiliza el vacío para propulsarse, y nos permitirá viajar a más de 1.300 kilómetros por hora mediante un sistema de electroimanes. Un concepto de propulsión que se basa en los clásicos tubos de aire comprimido que transportan documentos entre diferentes plantas de oficinas.
El sistema es inmune al viento, la lluvia, la niebla y el hielo. Según el impulsor del proyecto, las cápsulas y motores serían la parte menos costosa de llevarlo a la realidad; el grueso del presupuesto se lo lleva la construcción del tubo.
La cápsula Hyperloop irá flotando en el interior de unos tubos o conductos, que serán como una cañería de conexiones, y podrían incorporarse a gran parte de la infraestructura ferroviaria o de carreteras actual, lo cual abarataría notablemente el proyecto. Así lo asegura Bibop Gresta, codirector ejecutivo de Hyperloop Transportation Technologies (HTT). «El Hyperloop está más cerca de lo que muchos piensan: es una idea demasiado buena para no ser real«.
Se está trabajando en prototipos del Hyperloop con capacidad para 30 viajeros. Los más claustrofóbicos no tendrán excusa para viajar en él, ya que incorporará soluciones de realidad virtual; éstas permitirán “engañar” a nuestro cerebro mediante la proyección de diferentes imágenes en ventanas virtuales. Todo para asemejarlo lo máximo posible a un viaje tradicional.
El Hyperloop One quiere conectar varias ciudades para luego extrapolar esa experiencia a nivel global y, aunque a priori no se pueden predecir las consecuencias que tendría en la economía mundial, lo que está claro es que podría revolucionar el transporte tanto de personas como de mercancías.
El principal inconveniente para que su puesta en marcha sea una realidad es que el Hyperloop pueda sobrepasar la geografía oceánica. Pero esto no ha sido inconveniente para que el proyecto ya haya logrado una inyección de 70,2 millones de euros. Entre quienes han creído en su potencial se encuentran promotores de riesgo en tecnologías limpias, la empresa de alta velociad ferroviaria SNCF, o la compañía nacional de ferrocarriles de Francia, entre otros.
Tecnología futurista
La levitación magnética pasiva es una tecnología desarrollada por el Laboratorio Nacional Lawrence Livermoore de Estados Unidos en los años 90, y cuya licencia ha sido adquirida ahora en exclusiva por Hyperloop Transportation Technologies. La utilización de este sistema eliminará la necesidad de estaciones eléctricas a lo largo de las líneas Hyperloop, lo que facilitará que «los costes de construcción se mantengan bajos«, en palabras de Bibop Gresta.
En los maglev convencionales, el tren de levitación magnética que se desarrolla en Japón, se requieren muchas estaciones de energía que alimentan bobinas de cobre en la línea para convertirlos en imanes. La tecnología de Hyperloop, en cambio, establece un imán pasivo en cada vaina (que es como llaman a cada tren por su forma alargada) y una posta de aluminio que contiene bucles de alambre. Esta configuración actúa más como un par de imanes regulares, en lugar de un electroimán que requiere un suministro constante de electricidad para funcionar.
En mayo de 2016, Hyperloop ya superó con éxito su primera prueba: un prototipo, del tamaño de un turismo, se autopropulsó con electroimanes a más de 168,9 kilómetros por hora a través de una pista construida en el desierto de Nevada. ¿El desafío? Unir los 563 kilómetros que separan San Francisco de Los Ángeles en apenas media hora, para lo que la compañía cuenta con un presupuesto de 5.200 millones de euros.
Además de estas pruebas, se está ya trabajando en una planta donde se fabricarán las cápsulas; el presidente ejecutivo de la empresa, Rob Lloyd, ya ha anunciado su intención de que Hyperloop transporte cargas en 2019, y pasajeros en 2021. El primer lugar donde lo veríamos funcionar podría ser Emiratos Árabes Unidos, país con el que la empresa ha firmado un convenio para unir las ciudades de Dubai y Abu Dabhi. 120 kilómetros que podrían recorrerse en tan solo 12 minutos.