Los hurtos provocan pérdidas millonarias en el comercio minorista. Afortunadamente, cada vez existen nuevas estrategias y métodos para protegerse de esta amenaza y lograr una contabilidad equilibrada.
Estrategias y #tecnologías para luchar contra los hurtos en #comercios durante las #rebajas Clic para tuitear
Los hurtos son una de las formas en las que se presenta la denominada como pérdida desconocida y que refleja la diferencia entre los ingresos previstos según el inventario y los ingresos reales obtenidos provocada tanto por hurtos (externos e internos) como por errores de gestión. En España, esto supone alrededor de los 1.800 millones de euros al año, según último informe La pérdida en la Gran Distribución Comercial 2017, de AECOC y EY. Es decir, un 0,82% de la facturación total de las empresas minoristas.
Se trata de un auténtico quebradero de cabeza para las empresas de distribución que se agudiza durante las épocas de gran afluencia en el comercio minorista. Los periodos de rebajas no solo concentran gran parte de las ventas anuales, sino también de los hurtos. Según el citado informe, los hurtos externos (de personas ajenas al establecimiento) son responsables del 64% del total de las pérdidas. Le siguen los hurtos internos (ejecutados por los propios empleados), que suponen el 21%. El 15% restante corresponde a errores administrativos derivados de fallos de carácter administrativo, como fallos contables o equivocaciones en los precios.
La ropa, los complementos, el calzado y las joyas son los productos que presentan los mayores índices de pérdida. Y los establecimientos donde más se producen son los supermercados y las tiendas especializadas. Sin embargo, cada vez es más común que el fraude se traslade al entorno digital, especialmente a través de los medios de pago, donde es más complicado descubrir los hurtos y localizar a los responsables. Para hacer frente a esta situación, las empresas de distribución buscan nuevas estrategias y soluciones para evitar los graves perjuicios que provoca.
Identificar el origen de la pérdida desconocida
Para evitar las pérdidas desconocidas, el primer paso es detectar dónde se producen. Según el último Barómetro mundial del hurto en la distribución, el 81% de los minoristas llevaron un control de la pérdida desconocida causada por el hurto interno y un 88% de la causada por el hurto externo. En el caso de los errores administrativos, el seguimiento se reduce ligeramente hasta el 78%.
Averiguar el origen de los comportamientos delictivos y los fallos permite actuar en el foco del problema para evitar que se produzca y mejorar la prevención. Uno de los métodos más efectivos es la recogida y la analítica del máximo volumen de datos generados por el negocio para detectar dónde se producen estas mermas. Las técnicas del Big Data nos permiten estudiar transacciones realizadas en el punto de venta y detectar patrones de comportamiento en tienda y almacén para prevenir las pérdidas de efectivo o de producto.
Gestionar el inventario de manera inteligente
El uso de códigos de seguimiento y la trazabilidad de los productos resulta esencial a la hora de controlar la cantidad y ubicación exacta del inventario. Conocer en todo momento dónde están las existencias es otra medida esencial. Integrar los diferentes sistemas informáticos (TPV, cajas de cobro, ERP, etc.) en una misma plataforma, utilizar tecnologías de identificación, como la RFID, y estrategias de análisis y cruce de datos permite obtener una visibilidad total de la mercancía a lo largo de la cadena de suministro. Esta es otra de las soluciones propuestas para nuestras existencias siempre bajo control.
Controlar el entorno físico y el digital
Con el aumento del consumo en el comercio electrónico aumentan los fraudes en las pasarelas de pago. Si tenemos en cuenta que este canal facturó en el segundo trimestre de 2017 más de 7.000 millones de euros, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, podemos hacernos una idea del volumen que podría alcanzar la pérdida desconocida. Por eso es indispensable reforzar los sistemas de seguridad informática para detectar posibles amenazas y poner en marcha las medidas preventivas necesarias.
En España, los datos sobre la pérdida desconocida indican que siguen creciendo año a año. Por eso, quizá sea el momento de cambiar de estrategia. La aplicación de nuevas tecnologías a las tareas de control puede resultar clave para terminar con la pérdida desconocida. De esta manera, la tecnología se está convirtiendo en un aliado de las empresas para hacerle frente. Estas herramientas pueden ayudar a su completa eliminación a lo largo de todo el proceso de producción y comercialización. Reducir la pérdida desconocida en el sector minorista es posible con buenas prácticas y los análisis adecuados.