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Christian Korwan, CEO de NomadKapital y autor de “Empezar de Nuevo. Éxitos y fracasos de 12 emprendedores como tú” analiza cómo afrontar el fracaso para entenderlo y gestionarlo como parte del camino hacia el éxito empresarial.

Christian Korwan, CEO de NomadKapital analiza cómo afrontar el fracaso para gestionarlo como parte del camino hacia el éxito empresarial. Share on X

¿Quién soy yo para hablar de un tema tan delicado?

Quizá te preguntes quién soy yo para abordar este tema. En realidad, no soy ningún experto coach que se haya especializado en el tema de cómo superar el fracaso. Simplemente soy un emprendedor en serie con más de 20 años a mis espaldas (y más de 20 proyectos) en el mundo del emprendimiento que ha visto y vivido muchas situaciones. Las he experimentado yo en primera persona y también las he tenido bien cerca a través de las muchas personas que he llegado a conocer a lo largo de mi vida. Así que solo puedo aportar mi experiencia, de lo que yo he vivido (que no ha sido poco) y de lo que he aprendido.

Y sí, me atrevo a hablar del fracaso porque poca gente lo hace. El fracaso es un tema tabú en muchas culturas, y sobre todo en la hispana y latina. Y ¿por qué no hay que hablar de ello? El fracaso es un simple (aunque doloroso) paso más en el camino hacia el éxito. Es más, no se puede concebir el éxito sin el fracaso. Ningún gran empresario de larga trayectoria se ha librado de esta piedra en el zapato. En mayor o menor medida (un fracaso no tiene porque ser una quiebra total), todos los que tenemos negocios hemos fracasado alguna vez. ¡Y no pasa nada!

Entonces, ¿por qué hay tanto miedo a fracasar? O, mejor dicho, ¿por qué no se habla más del fracaso para que quien lo sufra pueda salir de él de una forma más fortalecida?

Hace años, cuando tuve mi mayor fracaso, me hubiera gustado mucho tener alguna clase de apoyo y guía que me hubiese ayudado a afrontar de una manera más sana y efectiva ese bache tan difícil. Fue muy duro. Me quedé en bancarrota, sin casa, ni dinero, y con una hija pequeña que no tenía la culpa de nada. No nos quedamos a dormir en la calle gracias a que mi ex suegra tenía una casa en una barriada de las afueras de Tenerife en la que nadie quería vivir. Si quieres conocer más mi historia en mi libro Empezar de nuevo la cuento con más detalle.

Cuando fracaso, ¿qué hago primero?

Creo que la primera acción fundamental que tienes que hacer cuando fracasas es no echar la culpa a los demás. Esto suele pasar la gran mayoría de las veces, le echamos la culpa a todo y a todos. Yo lo hice cuando quebré. En un primer momento culpé a clientes que no me pagaban, a trabajadores desleales que me robaban, a los bancos que no me daban crédito… Me sentía abandonado, nadie me ayudaba, y para colmo me estaban estafando. Pero cuando dejé de culpar a todo el mundo y afronté que yo era el mayor responsable de lo que me estaba pasando, la cosa empezó a ir mejor.

¿Quién si no tiene la culpa en un fracaso? Tú, el máximo responsable de un negocio, tú que eres quien tiene la última palabra en todas las decisiones. Por ejemplo, si un cliente no me pagaba era porque yo decidí usar una forma de pago que no evitase impagos, si un trabajador me robaba tendría que haber tomado cartas en el asunto para evitarlo ya que yo fui quien contrató a ese trabajador (desleal).

Así que, lo mejor que puedes hacer cuando fracasas es afrontar el problema cara a cara y ser honesto contigo mismo. Tú eres el único culpable.

Y si esto lo aceptamos desde un principio, el momento de fracasar no es tan dramático.

Evita fracasar emocionalmente

Cuando iniciamos un proyecto es habitual hacer un plan de negocios o un MVP (un producto mínimo viable) para detallar todo lo relacionado con ese proyecto, desde la primera cosa hasta la última. Pero lo que nadie hace es preparar un plan de gestión emocional.

Cuando uno es emprendedor, tiene que trabajar mucho su inteligencia emocional. Esto es algo fundamental y, lamentablemente, yo lo he aprendido con el paso de los años.

Tienes que reflexionar si vas a ser capaz de ser responsable y asumir todas y cada unas de las decisiones que vayas a tomar. Si dudas o tu respuesta es no, es mejor que no continúes con tu proyecto y trabajes tu inteligencia emocional. Esto evitará que en el momento que lleguen las dificultades, obstáculos o el fracaso total, te lo tomes de la peor manera y no puedas continuar.

Los psicólogos dicen que, si no eres capaz de ser responsable de tus actos y decisiones, esto te traerá dolor y sufrimiento, ya que no conseguirás una situación de aceptación. Y llegar a la aceptación es muy importante porque ese es el primer paso para poder pasar página. Además, todo ese dolor te limita e invalida y no te permite continuar adelante ni volver a emprender.

Lo que te pasa hoy no define lo que serás mañana

Cuando fracases, es importante que seas consciente de que ese momento malo que estás viviendo no significa que no vayas a tener éxito el día de mañana. Cuando estamos inmersos en una situación de fracaso, solemos pensar que todo se va a acabar. Y eso no es así.

Un fracaso no te define. Si yo miro hacia atrás, en mi vida no he fracasado una vez, lo he hecho muchas veces, y me aterra pensar hoy qué sería de mí si en ese primer fracaso hubiese tirado la toalla. Hoy yo tengo éxito y, en gran parte, es gracias a todos esos fracasos ya que me han hecho aprender muchísimas cosas valiosas, para que en una próxima ocasión no falle de nuevo.

Así que cuando fracases no dramatices, piensa que todo el mundo se ha tropezado, y quien ha sido capaz de ponerse en pie ha conseguido el éxito. Pero, sobre todo, no te olvides de exprimir la experiencia y sacar todo el jugo del aprendizaje que evite ese mismo error una próxima vez.

Afronta tus miedos y bloqueos

Todo emprendedor, desde el que factura 1.000€ al mes al que factura 1.000.000€, tiene miedos y bloqueos. Y estos son de lo más variado. Pero, por muy grandes que sean, se pueden vencer. Además, tenemos la suerte de vivir en la era de la información. Hoy podemos obtener cualquier información de forma muy fácil y, lo mejor, en pocos segundos. Así que no tienes excusa.

Detecta cuáles son tus miedos y bloqueos, esos que no te dejan continuar, y busca información acerca de ellos y cómo superarlos. No te será muy difícil encontrarla. Y si por algún motivo no la encuentras, acude a un profesional que te ayude. No hay nada de malo en ello, yo mismo he buscado ayuda de personas expertas en muchas ocasiones. Aunque esto lo he aprendido con el tiempo, si lo hubiese hecho antes me habría ahorrado muchos problemas.

Emprender es muy duro, así que disfruta

Por último, solo me queda decirte que disfrutes mucho del camino, del día a día. Todo el mundo habla de la cara amable del emprendimiento, pero casi nadie de la cara oculta. Emprender es muy duro y no es fácil. Y por esta razón debes disfrutar con cada cosa que hagas y aprender de cada paso que des.

No te desanimes ante los problemas y las dificultades, ten por seguro que llegarán, e intenta resolverlos de la mejor manera posible. Cada pequeño triunfo será una dosis extra de motivación que te impulsará hacia el éxito.

Y recuerda: normaliza el fracaso porque ¿Qué camino no está hecho de piedras?

Por Christian Korwan autor de “Empezar de Nuevo. Éxitos y fracasos de 12 emprendedores como tú” y CEO de NomadKapital.