El fast fashion y el derecho de vestir a la moda

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Fast Fashion, una tendencia de moda

Cuando mencionamos el concepto fast fashion,  inmeditamente para quienes no pertenecen al sector, les surge la relación con la llamada “comida rápida”. Sin embargo, esa fácil asociación nos haría caer en un reduccionismo que nos impediría conocer en profundidad a una de las ramas más productivas y con mayor tasa de crecimiento de la industria textil mundial.

Lo que se conoce como fast fashion -cuyas abanderadas son las grandes cadenas de indumentaria de origen europeo y americano- supone la producción de ropa en serie, de manera veloz y con una altísima rotación: 15 colecciones diferentes al año persiguen el “minuto a minuto” de las tendencias de moda mundial pero con precios sustancialmente más bajos respecto de las marcas de super lujo.

La alta rotación de mercadería en las tiendas genera en los consumidores una vertiginosa necesidad de inmediatez en las compras de ropa, accesorios y calzado. Pero la contrapartida a esa vorágine es la estudiada ingeniería industrial que hay detrás: los productos se clasifican en básicos y de moda. Los básicos, más clásicos o atemporales, se producen a gran escala en países remotos, ya que se puede predecir con mayor precisión la cantidad de ítems que se comercializarán en las tiendas. Los productos de moda, se confeccionan en centros de producción más cercanos y en pequeños lotes ya que no puede predecir el nivel de ventas que tendrán.

Low cost y fast fashion una relación de moda

fast fashionLo low cost del fast fashion supone también que los márgenes de rentabilidad sean reducidos. Por ello su principal amenaza es el aumento de los costes, tanto de materia prima, como laborales o de logística. Esto representa un enorme desafío para estas empresas, que deben ser rápidas y dinámicas a la hora de responder al cambio de las condiciones. Quienes reaccionan y recalculan tarde se quedan en el camino.

Y en aras de redefinirse y recalcular, esta rama de la industria textil va encontrando siempre nuevos destinos de producción. Países como China, histórico polo de la industria textil por excelencia, ha perdido parte de su competitividad en términos de costes, debido a un aumento sustancial de los gastos laborales y de energía. Esta situación representó una oportunidad para mercados del Sudeste Asiático, como Vietnam por ejemplo, cuyos costes de producción son notoriamente menores frente a los del gigante asiático.

El fast fashion tiene a uno de sus más fuertes detractores en el mercado del lujo, que lo señaló históricamente por imitar o copiar a los grandes diseñadores. Para contrarrestar en parte esta situación, las distintas marcas han desarrollado colecciones cápsula junto a importantes exponentes del diseño mundial con excelentes resultados.

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Eco fashion, la tendencia

Del mismo modo, las corporaciones están poniendo énfasis en garantizar las condiciones laborales adecuadas de sus proveedores, así como en respetar las normas de preservación del medio ambiente. Aunque queda un largo camino por recorrer se han producido importantes avances en la búsqueda por lograr una industria textil totalmente responsable, situación que es también requerida por los consumidores. Los clientes de los distintos segmentos y de todo el mundo esperan que las marcas y empresas  controlen las condiciones de trabajo y medioambientales de sus cadenas productivas.

Para dar respuesta a estas demandas, el fast fashion, dinámico por naturaleza, va buscando nuevas alternativas. Actualmente, las grandes compañías del sector han comenzado a implicarse en lo que se conoce como moda ética o green, también conocido como eco fashion. El tiempo dirá si podrá adaptarse por completo a este nuevo escenario y seguir por la senda del éxito que viene mostrando en las últimas décadas.

Como dice Sarah Jessica Parker, “la moda no es un lujo, es un derecho”. Ojalá siga siéndolo.

 

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Gabriel Farías Iribarren es un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en América del Sur, Europa y Asia. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Establecido en Asia desde 2006 como Director de Suite Blanco, marca de la multinacional Fawaz Alhokair Group, pionero de la empresa en China y considerado un especialista del “fast fashion”, actualmente vive, junto a su Flia., en Ho Chi Minh City (Vietnam) desarrollando el Sudeste Asiático como nuevo polo de producción textil. Autodidacta, muy curioso e inquieto, desde muy temprana edad ha estado volcado a su trabajo y al mundo de la empresa. Al mismo tiempo que trabajaba en su pasión, la moda, cursó estudios de Dirección y Administración de Empresas en la Universidad Católica Argentina en Buenos Aires y de Marketing y Publicidad en el CENP- Madrid. Siempre que su tiempo se lo permite participa en conferencias y seminarios para “hacer más fácil el aprovisionamiento textil en Asia”. Se siente sumamente feliz de haber elegido esta profesión. Primero porque le ha permitido desarrollar sus inquietudes profesionales y segundo porque a través de ella ha conocido la cultura de tres diferentes continentes y a personas increíbles con las cuales comparte este apasionante camino.