Sin embargo, las pymes también cuentan con una serie de ventajas frente a las grandes empresas para competir e innovar: menos burocracia, más comunicación, niveles superiores de compromiso de los empleados y estructuras más flexibles
.@ESADE explica los grandes retos que deben afrontar las #pymes y las claves para mejorar la #competitividad Compartir en XEn el mundo actual, la agilidad y la capacidad de actuar de forma no convencional pueden ser una fuente de ventajas competitivas. La innovación y la digitalización ofrecen a las pymes nuevas oportunidades de aumentar su competitividad y tamaño, así como de generar crecimiento en sus negocios.
Los cuatro grandes retos que deben afrontar las pymes
Las pymes deben superar cuatro limitaciones para mejorar su competitividad y posicionamiento:
1. Acceso al talento
Muchas pymes tienen problemas a la hora de profesionalizar su gestión y crear equipos directivos de alto nivel. Sus limitados recursos financieros y las pocas posibilidades de desarrollo para el talento hacen que sea difícil atraer a los profesionales altamente cualificados que necesitan para competir en el mercado.
2. Acceso a financiación
Las pymes tienden a depender en gran medida de los bancos, porque les resulta difícil acceder a fuentes de financiación en otros mercados. Aunque algunas pymes han desarrollado recientemente modelos de negocio que permiten el acceso a nuevas fuentes de financiación, en general estas empresas siguen estando en desventaja.
3. Capacidad de inversión para crear marcas (branding)
En el actual mundo cada vez más globalizado, una marca reconocida puede contribuir a una mayor competitividad de la empresa. Las pymes a menudo tienen problemas a la hora de invertir los recursos necesarios para crear una marca reconocida que les permita diferenciarse y captar nuevos clientes y mercados.
4. Capacidad de inversión para innovaciones
La innovación es la clave para generar nuevos productos y propuestas de valor que satisfagan las necesidades de los clientes y, a su vez, mejoren la competitividad de la empresa. A muchas pymes les resulta difícil invertir tiempo y recursos en estas actividades, por lo que terminan compitiendo en precios, lo que es una estrategia insostenible a medio y largo plazo.
“En el mundo actual, la agilidad y la capacidad de actuar de forma no convencional pueden ser una fuente de ventajas competitivas”.
Cómo mejorar la competitividad de las pymes
Las pymes deberían trabajar con esquemas que les ayuden a ser más competitivas para lograr mejores resultados y crecimiento. También deberían buscar fórmulas que generen oportunidades y aporten valor. La innovación y la digitalización juegan un papel clave en este empeño.
Cuando se trata de innovación, la mayor parte de la atención se ha centrado tradicionalmente en el lanzamiento de nuevos productos o servicios. Las pymes afrontan un doble reto en este sentido, ya que deben invertir recursos no solamente para innovar —una batalla cuesta arriba para estas empresas—, sino también para promover la diferenciación.
En el contexto de las pymes, la innovación en los procesos y la innovación en los modelos de negocio son dos modos de innovación que son esenciales para asegurar el éxito a medio y largo plazo.
Innovación en los procesos
La innovación en los procesos implica cambiar la manera de crear valor añadido. Normalmente se asocia con una mayor eficiencia operativa mediante el desarrollo de nuevos procesos de producción (para alcanzar niveles más altos de eficiencia o excelencia) o de nuevos procesos de gestión. Para lograr la innovación en los procesos y alcanzar la escala necesaria para ser competitivas, las pymes deben ser creativas y pensar de forma diferente.
Innovación en los modelos de negocio
A las pymes también se les ofrece la oportunidad de explorar la innovación en los modelos de negocio: cambiar las reglas de una industria o sector en particular. La innovación en los modelos de negocio cambia la manera de generar valor para el cliente y crea nuevas formas de capturar valor. Un área a menudo descuidada por las pymes es la búsqueda de nuevas formas de capturar valor y fuentes de ingresos alternativas. Nuevas modalidades de pago para los clientes usuarios de servicios (por ejemplo, el pago por un servicio en vez del pago por un producto o la oferta de opciones de leasing) también pueden ser una fuente de ventajas competitivas, fidelizando a los clientes y mejorando la competitividad.
La mejora de la experiencia del cliente es otra posibilidad de innovación relevante que puede hacer que las empresas sean más competitivas. Una vez más, las pymes pueden beneficiarse de su menor escala para ofrecer al cliente un servicio más rápido y personalizado, un reto constante para las grandes empresas.
Al comprender y responder a las necesidades de los clientes, muchas pymes han prosperado cambiando su modelo basado en productos por uno que combina productos y servicios.