Meritxell Hernández, fundadora de Roll’eat

El consumo consciente y la sostenibilidad se han vuelto más relevantes que nunca, los proyectos que apuestan por soluciones innovadoras y responsables están marcando la diferencia. Y es que, la sostenibilidad no debe ser solo una opción de consumo, sino una necesidad urgente. Entrevistamos a Meritxell Hernández, fundadora y CEO de Roll’eat, empresa que, desde 2006, se dedica al diseño y producción de envoltorios sostenibles, reutilizables e innovadores para alimentos. 

Roll’eat ha logrado posicionarse como una marca líder en productos reutilizables para portar alimentos. ¿Cuál dirías que ha sido el factor clave para alcanzar este éxito en este mercado?

El factor clave ha sido nuestra capacidad para combinar funcionalidad y sostenibilidad. Desde el principio, hemos apostado por un modelo de consumo más consciente, donde cada pequeño gesto cuenta para reducir el impacto ambiental. Escuchar a nuestros clientes, entender sus necesidades y anticiparnos a las tendencias del mercado nos ha permitido desarrollar productos que realmente marcan una diferencia en su día a día.

Tu trayectoria en Roll’eat ha estado marcada por un fuerte compromiso con la sostenibilidad. ¿Qué te motivó a enfocarte en la creación de productos que no solo son funcionales, sino también respetuosos con el medio ambiente?

Siempre he creído que el cambio empieza con los pequeños gestos. La sostenibilidad no es solo una moda o una opción de consumo, es una necesidad urgente. A lo largo de los años, hemos visto cómo el planeta ha sufrido las consecuencias de un consumo desmedido y poco consciente. Mi motivación ha sido encontrar soluciones que permitan a las personas reducir su impacto ambiental sin renunciar a la comodidad y a un estilo de vida moderno. Los productos de Roll’eat permiten a los consumidores hacer elecciones más sostenibles de manera accesible y sencilla, demostrando que todos podemos contribuir al cambio de una forma práctica.

La innovación es fundamental para mantenerse relevante en cualquier industria. ¿Cómo aborda Roll’eat el proceso de innovación en sus productos y qué podemos esperar en términos de nuevas soluciones para el futuro?

En Roll’eat entendemos la innovación como un proceso continuo. Nos centramos en escuchar a nuestros clientes y observar las necesidades emergentes de la sociedad para adaptarnos rápidamente a las nuevas realidades. Trabajamos constantemente para mejorar nuestros productos y desarrollar nuevas soluciones que sigan alineadas con nuestros valores. Aunque no puedo revelar detalles específicos, estamos trabajando en nuevos productos que facilitarán aún más la vida de nuestros usuarios, siempre con el objetivo de reducir el impacto ambiental. Nuestra meta es seguir ofreciendo alternativas sostenibles, innovadoras y que hagan la diferencia en el día a día de los consumidores.

La pandemia trajo consigo muchos desafíos para las empresas. ¿Cómo afectó la pandemia a Roll’eat y qué aprendizajes y cambios permanentes surgieron de esa experiencia?

La pandemia supuso un gran reto para Roll’eat, especialmente en términos de adaptación a las nuevas formas de consumo. Al principio, vimos una desaceleración en algunos canales de venta, como el retail físico, pero rápidamente ajustamos nuestra estrategia hacia el e-commerce. Este período nos enseñó la importancia de ser ágiles y resilientes como empresa. En términos operativos, también nos permitió reflexionar sobre nuestra cadena de suministro, buscando formas de optimizarla y hacerla más sostenible. En lo personal, aprendimos a valorar más que nunca la colaboración y la empatía en el equipo, algo que ha quedado como parte integral de nuestra cultura empresarial.

El crecimiento de Roll’eat ha sido exponencial en los últimos años. ¿Cuáles han sido los principales retos que has enfrentado como CEO durante esta etapa y cómo los has superado?

Uno de los principales retos ha sido gestionar el crecimiento manteniendo nuestra esencia y compromiso con la sostenibilidad. A medida que la demanda crecía, tuvimos que asegurar que la calidad de nuestros productos y la responsabilidad social no se vieran comprometidas. La expansión también nos trajo desafíos en la gestión de equipos internacionales y la coordinación entre diferentes mercados. Sin embargo, he aprendido que la clave para superar estos retos es contar con un equipo comprometido, que comparte los mismos valores, y asegurarnos de que nuestra misión esté siempre en el centro de cada decisión que tomamos.

El consumidor de hoy está más informado y exige más de las marcas en términos de sostenibilidad y responsabilidad social. ¿Cómo trabaja Roll’eat para satisfacer estas expectativas y contribuir a un impacto positivo en la sociedad?

En Roll’eat estamos convencidos de que la sostenibilidad no es solo un aspecto del negocio, sino el núcleo de todo lo que hacemos. Más allá de ofrecer productos reutilizables, nos esforzamos por educar e inspirar a nuestros consumidores en prácticas sostenibles. Realizamos acciones tanto presenciales como online, donde compartimos información valiosa sobre cómo reducir el consumo de plásticos de un solo uso, y fomentamos hábitos responsables. Nuestras redes sociales también son un canal clave para difundir este mensaje, ya que nos permiten conectar con nuestra comunidad y amplificar el impacto positivo. Creemos que el cambio empieza por generar conciencia, y es por eso que nuestras iniciativas van más allá de la venta de productos.

Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son tus objetivos a largo plazo para Roll’eat y qué proyectos te entusiasman más en este momento?

A largo plazo, nuestro objetivo es seguir liderando el cambio hacia un consumo más sostenible a nivel global. Queremos consolidar nuestra presencia en nuevos mercados y continuar innovando para ofrecer productos que hagan más fácil la transición hacia un estilo de vida sin residuos. Estoy especialmente entusiasmada con algunos de los nuevos proyectos en los que estamos trabajando que ampliarán nuestra oferta de soluciones sostenibles, permitiendo a nuestros clientes seguir tomando decisiones responsables y beneficiosas para el planeta. Lo que más me ilusiona es ver cómo cada vez más personas adoptan hábitos conscientes y ser parte de ese cambio global hacia un futuro más sostenible.