Samapata Eduardo Díez-Hochleitner

Hablamos con Eduardo Diez-Hochleitner, socio fundador de Samaipata, el fondo de venture capital especializado en marketplaces y plataformas online, sobre la situación de la inversión y el emprendimiento

Samaipata es un fondo de venture capital especializado en marketplaces y plataformas online que invierte en startups europeas en las fases de inversión previas a las Series A.

«Ayudamos a los emprendedores a enfrentar los problemas iniciales de una empresa recién creada desde nuestra experiencia como emprendedores también»

¿Qué es Samaipata? ¿Por qué este nombre?

Samaipata es un fondo de “Venture Capital”, especializado en “marketplaces” y plataformas online, que invierte en “start-ups” europeas en las fases de inversión previas a las Series A. Tenemos oficinas en Madrid, Londres y París, y pronto abriremos también en Berlín.

Samaipata es el nombre de un pueblo de Bolivia, situado en la provincia Florida del departamento de Santa Cruz, donde mi socio y fundador de la firma, José del Barrio, realizó un voluntariado del que guarda un especial recuerdo.

¿Quién está detrás de esta iniciativa?

Tras vender La Nevera Roja a Rocket Internet, la start-up que fundó junto a Iñigo Juantegui, mi socio José del Barrio decidió fundar un fondo de “Venture Capital” pan-europeo para ayudar a emprendedores como lo había sido él. Yo fui inversor y mentor suyo en La Nevera Roja, y tuve el privilegio de ser invitado a acompañarle en esta apasionante aventura como co-fundador.

¿En qué se diferencia Samaipata de otros fondos de venture capital?

Probablemente la mayor diferencia respecto a otros fondos de ”Venture Capital” es que solo invertimos por ahora en “marketplaces” y plataformas online y que lo hacemos además en la fase inicial de lanzamiento de las start-ups, y lo hacemos además ayudando a los emprendedores a enfrentar los problemas iniciales de una empresa recién creada desde nuestra experiencia como emprendedores también.

En cuanto que fondo español, la característica más destacada de Samaipata sería además que invertimos en compañías en Europa, inicialmente en España, Italia, Portugal, Reino Unido, Francia y ahora -con el Fondo II- en Alemania. Buscamos los mejores emprendedores dentro de nuestra especialidad a nivel continental europeo. Es una exigencia para una economía global y un fondo que aspira a estar entre los mejores de su categoría en el mundo.

Equipo de Samaipata

Han invertido en compañías que han conseguido un gran reconocimiento internacional como Spotahome o 21 Buttons. ¿Cuál consideran el más relevante o el que ha tenido una mayor repercusión?

Hasta la fecha y con el Fondo I hemos invertido en 17 compañías en las geografías mencionadas y en campos de actividad muy variados que van desde el equipamiento deportivo hasta la joyería, pasando por la moda, la venta de flores o de pescado y marisco, el alquiler de pisos o el servicio de transporte de mercancías, o la monetización del “streaming” de “gamers”, etc.

Todos destacan en algún tipo de ámbito, ya sea el modelo de negocio, la forma de captar clientes o de afrontar la disrupción de todo un mercado o de una determinada cadena de valor. A día de hoy, por el momento, todas nuestras inversiones han tenido impacto en sus entornos. Algunas han destacado por haber sido capaces de atraer a fondos de reconocido prestigio y renombre internacional (Spòtahome y OnTruck, por ejemplo), o por haber sido comprada por una empresa de gran capitalización bursátil (Foodchéri adquirida por Sodexho).

¿Qué consejos daría a las personas que desean comenzar nuevos proyectos empresariales para que fueran un éxito?

Son demasiados y de muy diversa naturaleza los elementos que ayudan a que una empresa se convierta en un éxito empresarial, pero sin duda pensar en grande y con visión a largo plazo son dos ingredientes fundamentales que deben ser acompañados de grandes dosis de determinación y humildad. También la experiencia y un conocimiento profundo del sector serán de gran ayuda para tener éxito, así como rodearse de los mejores. Buenas dotes de comunicación y cierto carisma ayudan, y mucho.

«Los futuros empresarios lo serán en la medida en que tengan la motivación y determinación de serlo, y no creo que eso responda a ninguna disciplina determinada sino a un entorno»

Si estuviera sentado enfrente de un posible inversor. ¿Qué le diría? ¿Cómo llamaría su atención para que se interesara por Samaipata?

Que somos un equipo apasionado con lo que hacemos, que tenemos una propuesta de valor distinta en el mundo del Venture Capital europeo y que aspiramos a multiplicar al menos por 4 su inversión en un plazo máximo de 10 años. Hemos sido emprendedores nosotros también, invertimos in situ en las fases tempranas de start-ups europeas especializadas en “marketplaces” y plataformas. Queremos a ser de los mejores en la industria y, por ahora, parece que lo estamos logrando.

startups fracaso 2

¿Qué países europeos consideran que son los más atractivos para este tipo de inversiones? ¿Por qué razón?

Por ahora estamos analizando empresas e invirtiendo, como he mencionado antes, en España, Italia, Portugal, Reino Unido, Francia y Alemania. Pero estoy convencido de que lo haremos en otros países europeos en los que se den los siguientes elementos: unas buenas infraestructuras de comunicación y telecomunicación, buena penetración del consumo online, una creciente cultura emprendedora y buen talento disponible para todas las áreas de la nueva economía, un ecosistema adecuado para promover la aparición de start-ups (por ejemplo, incubadoras, aceleradoras, “Business Angels” y, preferiblemente, ayudas públicas e incentivos fiscales y laborales, etc.).

Si a todo lo anterior le añadimos otros fondos de “Venture Capital” locales e internacionales interesándose por las start-ups que aparecen e historias relevantes de éxito, mejor que mejor. En este sentido, cada vez más países europeos -o mejor dicho ciudades- están incorporándose a este movimiento emprendedor.

¿Considera necesario formar a los futuros empresarios en alguna disciplina determinada?   

Afortunadamente, todas las universidades del mundo irán adaptando su oferta a las necesidades de la sociedad. Eso no me preocupa. Lo que me preocupa es la visión solo utilitarista de la educación. La educación debe primero formar a las personas en los conocimientos básicos para desenvolverse como personas en los campos de las humanidades y la ciencia y la relación con los demás y la naturaleza, después ayudar a la formación de valores y criterios en torno a los problemas esenciales que enfrenta el hombre y, en última instancia, proporcionar las herramientas necesarias para el desempeño de una actividad remunerada.

Los futuros empresarios lo serán en la medida en que tengan la motivación y determinación de serlo, y no creo que eso responda a ninguna disciplina determinada sino a un entorno: el de la libertad de pensamiento y creación, el de respeto a los demás y el del deseo de hacer del mundo un lugar mejor para vivir para las generaciones futuras.