Inditex, Mercadona e Ikea han optado por dejar las mascarillas solo de forma voluntaria en sus establecimientos.
El Real Decreto aprobado por el Gobierno por el que se suavizan las medidas contra la COVID-19 y se retira la obligación de llevar mascarillas asegura también que «serán los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo, incluido el posible uso de mascarillas». No obstante, en el caso de estos tres grandes distribuidores han decidido dejar la decisión en manos de sus trabajadores.
Inditex, Mercadona e Ikea han optado por dejar las mascarillas solo de forma voluntaria en sus establecimientos. Clic para tuitearEn concreto, Inditex mantendrá la mascarilla de forma voluntaria para toda su plantilla salvo en los servicios médicos de sus oficinas centrales, recomendando además su uso en probadores y líneas de caja. La compañía asegura, además, que facilitará las mascarillas para todo aquel trabajador que lo desee.
Por su parte, Mercadona dará libertad total a sus trabajadores para usar o no la mascarilla, recomendándola para los colectivos más vulnerables, como las mujeres embarazadas, los mayores de 60 años y los inmunodeprimidos.
Ikea asegura que «como hemos hecho desde el comienzo de la pandemia vamos a seguir lo que estipulan y recomiendan las autoridades». Así, «la mascarilla no será obligatoria para acceder a nuestras instalaciones ni para trabajadores ni para los clientes».
No obstante, la multinacional sueca de tiendas de muebles manifiesta que «hay ciertos contextos en los que sí es recomendable y las personas voluntariamente podrán decidir si quieren continuar utilizándola». Tendam, la cadena propietaria de cadenas como Cortefiel o Springfield, también dejará las mascarillas de forma voluntaria, aunque recomendando su uso en determinadas circunstancias.
Otras compañías de la distribución, como Carrefour o Mango sí que han decidido seguir utilizándolas, según han indicado fuentes de las propias empresas. Y El Corte Inglés ha acordado del mismo modo con los sindicatos que se sigan utilizando en determinados ámbitos de atención al público, siempre que no se pueda mantener una distancia de seguridad de metro y medio, fundamentalmente en las líneas de caja y en los servicios de venta de productos frescos de los supermercados.
Consulta a los trabajadores
Por otra parte, la guía elaborada por Sanidad para ayudar a tomar las decisiones en las empresas deja en manos de los servicios de Riesgos Laborales la decisión final, pero insiste en que «cualquier toma de decisión sobre las medidas preventivas a adoptar en cada empresa deberá basarse en información recabada mediante la evaluación del riesgo de exposición, que se realizará siempre en consonancia con la información aportada por las autoridades sanitarias. En este proceso, se consultará a los trabajadores y se considerarán sus propuestas». Además, el mismo documento insiste en la idea ya trasladada a través del BOE.
Fuente: El Economista
