No es fácil delegar, confiar en otras personas cuando ponemos en marcha un proyecto de innovación. Máxime si la idea ha nacido en nosotros. Pero no es menos cierto que formar equipo, participar en el equipo, es una necesidad en la inmensa mayoría de los proyectos de innovación.
3 + 10 claves para elegir colaborador en el proyecto de #innovación Clic para tuitearTiempo de Lectura: 2 minutos
Uno de los mayores retos con los que se encuentra el líder de innovación es el elegir a los miembros del equipo. Lo es, también, para el gestor del proyecto y lo es, en definitiva, para todos los miembros del equipo.
¿Cómo elegir a la persona de confianza para que se responsabilice de un área o actividad importante del proyecto de innovación? ¿Cómo conseguir generar un equipo en el que cada cual aporte valor más allá de lo que puede aportar el líder?
Hay algunos factores de tipo general que ayudan a crear el equipo:
- Estar alineados con los valores de la organización. Conocer la Estrategia y tener el trabajo alineado con ella.
- Buscar el equilibrio entre las aportaciones de los diferentes componentes. No buscar el clon del líder.
- Lo importante es el talento del grupo y que, casi siempre, va más allá del sumatorio de los talentos individuales.
Pero una vez definido el equipo, ¿cómo lo dejamos funcionar de forma autónoma?
- Liderando el cambio, liderando el enfoque de forma que sea la confianza entre los miembros la que logre asentarse con el tiempo.
- Definir claramente el objetivo del proyecto y desplegar claramente las actividades y responsabilidades.
- Hacer de la comunicación un valor permanente en el equipo, que cada cual sepa lo que tiene que hacer y dónde están los límites de responsabilidad.
- Disponiendo de un sistema claro y conocido de seguimiento de las actividades y avances del proyecto. Tener claramente definidos los entregables, los indicadores asociados a objetivos, plazos y todo aquello que le afecte en el proyecto.
- Disponer de sistemas que permitan adelantarse, anticiparse a los conflictos, riesgos, desviaciones.
- Hacer de la normalidad una característica del trabajo. Todo fluye por los cauces habituales, con el equipo formado, sin sobresaltos ni sorpresas, sin cambios de rumbo o enfoque.
- Cada paso implica mayor autonomía del equipo, capacidad para hacerse nuevas preguntas, sugerir cambios o incluso reorientaciones.
- Medir sistemáticamente los avances y, siempre que sea posible, asociar a recompensas previamente pactadas.
- El trabajo, éxitos y fracasos son del equipo. Las personas del equipo serán conscientes de que cada cual es determinante para el éxito del equipo.
- Focalizar los errores, investigar las causas y corregirlas. Obsesión por aprender de cada paso dado.
Todas estas claves están pensadas a partir del equipo, a partir de lo que el equipo debe conseguir y que tiene que ser fruto de la aportación de todas y cada una de las individualidades.
Cuando elijas un colaborador para el equipo piensa en lo que quieres del equipo y cómo él aportará. No pienses en él de forma individual.