Los empleados europeos tienen ganas de trabajar en el extranjero, ya que casi tres cuartos de ellos se plantearían la posibilidad de trabajar en otros países. Es una de las conclusiones del estudio “The Work Force View in Europe 2017” de ADP.
El 74% de los empleados se plantearía trabajar en el #extranjero Share on XTiempo de Lectura: 2 minutos
El estudio ha sido realizado a casi 10.000 trabajadores en toda Europa, analizando cómo se sienten los empleados con respecto al futuro laboral, la competitividad internacional y la gestión del talento. La encuesta se realizó en julio de 2016, después del referéndum celebrado en el Reino Unido sobre su salida de la UE.
Los trabajadores de Italia (88%), Polonia (86%) y España (85%) son los más predispuestos a considerar las oportunidades de trabajo en el extranjero.
El informe también señala que, de acuerdo con las perspectivas económicas y laborales, el optimismo laboral ha crecido un 4% en España con respecto a 2015. Por otro lado, los empleados españoles son los que tienen mayor sensación de ser apoyados por sus empresas (77%).
Los países más atractivos
Alemania (21 %), el Reino Unido (15 %) y Francia (12 %) encabezan la lista como destinos predilectos a los que ir a trabajar. Mucho más abajo, en el puesto número 12, se encuentra Estados Unidos. España ocupa el séptimo puesto de la lista para los trabajadores del resto de Europa.
A pesar de su popularidad, Alemania, el Reino Unido y Francia no han obtenido unos resultados muy destacables en ninguna de las áreas evaluadas en la encuesta, como habilidades y desarrollo, flexibilidad laboral y estrés en el lugar de trabajo.
De hecho, y siempre según el estudio de ADP, los trabajadores podrían tener una vida más equilibrada y oportunidades más interesantes en países que actualmente no se encuentran en los primeros puestos.
Y entonces, ¿por qué los empleados se plantearían trabajar en ellos? El informe señala que las ideas preconcebidas sobre los países, la estabilidad económica, la distancia con el país de origen y el idioma parecen ser aspectos más decisivos.
Entran también en juego factores geopolíticos; en este sentido, es posible que el referéndum del Reino Unido haya hecho que el atractivo de esa zona para ir a trabajar haya descendido. Esto puede haber influido en que Alemania se coloque ahora en primer lugar, a pesar de las mayores oportunidades laborales de Reino Unido, y de que el inglés sea un idioma mucho más extendido que el alemán.
Según Jordi Aspa, director general de ADP Iberia, Polonia y Suiza: “es obvio que Europa tiene ganas de trabajo internacional. Actualmente, la guerra de talentos y el aumento de la diferencia en los niveles de conocimientos son desafíos esenciales en todo el continente. Es fundamental que las empresas analicen formas potenciales de asumir un capital humano más internacional. Para garantizar una competitividad global, es imprescindible fomentar la circulación transfronteriza y emplear personas con diferentes perfiles. Si las empresas se paran a analizar las necesidades de sus empleados y el potencial del talento, cosecharán las ventajas de un capital humano implicado, optimista y comprometido”.