La innovación, como proceso inmerso en la organización, no es ajeno a la dinámica de la propia organización. Si la empresa participa de la globalización deberá contemplar la innovación como proceso global.
Pero incluso más allá, aunque la organización no sea global puede y debe contemplar la innovación como proceso global.
Es necesario que las actividades de innovación integren conocimientos concretos procedentes de cualquier parte del mundo. Es consustancial a la innovación.
Disponer de fuentes y recursos internos de innovación no invalida el potenciarlos con ideas externas.
Ventajas de la innovación como proceso global:
– El focalizar la innovación con visión local (más aún si es particular) tiende a las innovaciones incrementales.
– La innovación con visión global puede, además de las incrementales, conducir a innovaciones de mayor calado e incluso radicales.
– La innovación como proceso global obliga, de forma más directa, a la innovación abierta.
– La observación, como etapa básica en la innovación, es más rica cuando es global.
– El diseño formal también lo es ya que permite llegar a más segmentos diferenciados.
– Las ventajas competitivas derivadas de una innovación global son claras cuando las empresas quieren dar el paso a estar presentes en todo el mundo.
– Si asociamos parte de la innovación a la capacidad de combinar de forma novedosa la experiencia o tecnologías existentes… el desarrollar dicho proceso de forma global lo permite de forma directa.
– La probabilidad de que una innovación se torne exitosa se ve limitada por la fuente de conocimiento más débil. Es por ello que la diversidad aumenta dicha garantía. La geográfica y cultural también.
– Pero es que, además, puede reducir los costes al disponer de más conocimiento con menores recursos gracias a las nntt.
Así pues el poner en marcha la innovación como un proceso global solamente puede traer ventajas. Para ello el camino será:
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Explorar las fuentes:
– Analizar donde se pueden encontrar las fuentes de innovación a nivel global.
– Mantener la vigilancia de forma global ya que el conocimiento se encontrará allí donde se haya generado.
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Evaluar las fuentes:
– Dada la globalidad se hará necesario evaluar aquellas fuentes más asequibles o aquellas más receptivas.
– Definir las áreas geográficas concretas en función de las necesidades de la empresa, la naturaleza de la innovación (incremental o radical), experiencias anteriores o dificultades temporales en desarrollarla.
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Ponerse en marcha:
– Disponer de un sistema de ordenación de las ideas independientemente de su origen.
– Definir la forma en la que las ideas provenientes de diferentes lugares se ensamblarán en un determinado lugar o proyecto
Cuando las fuentes de innovación no están en el interior, cuando los conocimientos necesarios tampoco lo están y los clientes están más dispersos en todos los sentidos se hace necesario contemplar la innovación como proceso global
