El sentido del humor es un componente fundamental de la motivación de los trabajadores, porque pocas cosas contribuyen más a su bienestar
¿Por qué es importante fomentar el sentido del #humor en la #empresa?, por Luis Vázquez Clic para tuitearCuando estás de buen humor, respiras mejor, recuerdas mejor, esperas mejor. Por el contrario, si estás de mal humor no puedes disfrutar de las cosas que están bien y que te gustan, porque es como cuando tienes las manos manchadas. Inevitablemente, se mancha todo lo que tocas.
El buen humor y el mal humor
El buen humor es una válvula de escape muy eficaz para prevenir los conflictos con los compañeros, con los clientes y con los proveedores. Es un hecho bien documentado en la literatura sobre psicología social que el humor positivo está asociado con la conducta de ayuda en general. Y hay una fuerte evidencia de que el sentido del humor hace que las conductas sociales sean más probables. Cuando las personas están de buen humor son más propensas a ayudar a otras, promueven un mejor servicio al cliente, y favorecen las conductas altruistas o de apoyo a los compañeros.
El mal humor generalmente provoca que los trabajadores no se centren en su rendimiento. Esto es, trabajar enfadado es como trabajar con una mosca zumbando alrededor. Se trabaja con la atención dividida entre la mosca y la tarea, lo cual necesariamente perjudica el desempeño. Por ejemplo, sentir ira puede llevar a aprovechar menos el tiempo, ya que parte de este se despilfarra rumiando.
No obstante, el mal humor también puede espolear la voluntad de las personas, llevándoles a esforzarse más para lograr objetivos específicos, sobre todo a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo es difícil aprovechar el impulso que puede proporcionar el mal humor sin acabar desgastado o quemado por el esfuerzo psicológico que supone afrontarlo.
La relación entre el humor y la flexibilidad cognitiva
Cuando las personas están de buen humor también son más creativas. El buen humor favorece la flexibilidad cognitiva y conduce a un estado en el que más material cognitivo está disponible mentalmente. La mayor variedad de elementos considerados permite un pensamiento más complejo y flexible. Además, se promueve el uso de estrategias de procesamiento cognitivo de tipo heurístico, la conducta de exploración en terrenos novedosos y la integración de diversos dominios de conocimiento, lo que permite ampliar la gama de soluciones novedosas para un problema dado.
El sentido del humor también ayuda a las personas a liberarse de la frustración o, al menos, hacer que sus grilletes aprieten menos. En definitiva, el buen humor –como la risa– cura porque relaja, y la relajación es la mejor forma de combatir la ansiedad, una situación que afecta cada vez más a las relaciones laborales.