Crisis vocacional 'U Curve'

Según algunos estudios, cerca de dos tercios de nuestra vida suele ocupar el tiempo que le dedicamos al trabajo, por lo que es importante replantearse con frecuencia si nos dedicamos a lo que nos hace felices, o si nuestro camino profesional todavía está en un periodo de transformación.

Precisamente existe una crisis de la mediana edad donde muchos se realizan estas preguntas, y que pertenece a un proceso más amplio denominado ‘U curve’.

Este periodo en el que la infelicidad toca su pico más bajo que suele darse entre los 35 y 45 años, se le conoce como la crisis de la mediana edad. Como explica Natalia Tabak, Licenciada en Psicología y Coach Ontológica, “se trata de una curva en que la persona pasa de una sensación de felicidad, típica en la edad joven cuando todo está por descubrir donde uno se cree invencible y capaz de alcanzar todos sus objetivos, a una etapa de dudas, insatisfacción, frustración y replanteos, donde se cuestiona el camino profesional elegido en la adolescencia y todos los logros obtenidos hasta entonces”.

En esta etapa hay una renovación de expectativas, donde se hace un balance realista y se plantea qué cosas pueden cambiarse, aunque son pocos los que se atreven a hacerlo. Se entiende por tanto que las cosas pueden cambiarse, pero se madura la idea que no se puede hacer, por lo que los planes se desarman y se derriban las expectativas y los mandatos heredados de padres y sociedad.

Crisis VocacionalSe trata de un tiempo donde “las personas suelen replantearse su lugar en el mundo, cuestionándose sobre lo que han logrado y lo que harán en el futuro, siendo pocos los que se atrevan a dar cabida a los deseos e inquietudes laborales”. De hecho el empezar de nuevo genera un gran temor e incertidumbre”, preguntándonos constantemente si lograremos el éxito o si es posible dejar el trabajo actual.

Pero ser exitoso en una profesión no significa que genere felicidad o la persona esté con la misma pasión con la que la cuentan. La felicidad no sólo viene de la vida profesional sino de la satisfacción personal. Muchos son los que piensan que ya es tarde, por lo que ni siquiera invierten su tiempo en conocer qué les gustaría hacer.

En este sentido el cambio no debe ser brusco, ya que debe empezar como una nueva ocupación en el mercado de trabajo. Además puede darse el caso que no sea del 100% y encuentre una variante más acertada con las expectativas y deseos.

Por tanto esta etapa tiene que ver con replantearse el camino, coger los elementos positivos, redefinir el perfil profesional y prestar atención a lo que se desea más que a cualquier tipo de presión social.

Aquí Tabak señala que “el gran desafío es dedicarle tiempo al autoconocimiento, y amar nuestra caja de herramientas compuesta por fortalezas, aptitudes, hobbies y deseos que permitirán conectarnos con lo que realmente nos apasiona”.

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