Pese a los constantes avances que se están desarrollando en el mundo de las telecomunicaciones, el fraude continúa siendo un riesgo para las empresas, una causa por las que estas pierden el 5% de sus ingresos cada año, según datos del Reporte a las Naciones de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE), facilitados por Nuance. En este escenario, con el surgimiento de la pandemia el uso de la biometría para mejorar la experiencia de cliente se ha convertido en una opción escogida por gran parte de la población, gracias a la confianza que aporta a los usuarios.
El uso de la biometría para mejorar la experiencia de cliente se ha convertido en una opción escogida por gran parte de la población, gracias a la confianza que aporta a los usuarios Clic para tuitearEl 61% de los españoles se encuentran más seguros utilizando este tipo de tecnología como método de autenticación para acceder a sus cuentas que antes de la llegada de la COVID-19. Este dato no solamente se refleja en este ámbito, sino que la confianza en las herramientas digitales también se ha extendido a otros campos. Ahora, una de cada dos personas también se fía más de los canales digitales para acceder a servicios como el banco, las compras online y las gestiones relacionadas con las administraciones públicas.
Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por Nuance, en el que ha recogido la opinión de consumidores procedentes de diferentes países para analizar de qué manera la pandemia ha revolucionado la experiencia digital. Los encuestados siguen prefiriendo comunicarse con las marcas en persona (33%) o con un agente físico a través del teléfono (24%), y canales como el email (18%) o el asistente virtual telefónico (6%) están empezando a ganar terreno, debido a su rapidez y comodidad.
La creación de nuevas formas de interactuar con los consumidores, que requieran el menor esfuerzo posible, supone también una ventana para los ciberdelincuentes que tratan de descubrir las posibles vulnerabilidades en la infraestructura de atención al cliente del operador. En este contexto, la biometría se erige como un nuevo mecanismo para autenticar a las personas y prevenir el fraude en las empresas con la que es posible crear experiencias de mayor calidad.
Nuevas fórmulas para aumentar la seguridad
Por otra parte, tal y como detalle el estudio, algunas soluciones basadas en esta tecnología son la facial o de huellas dactilares, de voz y del comportamiento. La primera de ellas, utiliza el rostro o los dedos de las manos para acceder al dispositivo. Su uso para iniciar sesiones o comenzar a utilizar aplicaciones móviles es práctico.
No obstante, a la hora de llevar a cabo interacciones de “mayor riesgo” no ofrecen suficiente seguridad. La segunda categoría, la biometría de voz, verifica la identidad e identifica a los delincuentes comparando el audio de la voz entrante con una base de datos de huellas de voces almacenadas, “tanto de clientes legítimos como de estafadores recurrentes reconocidos”.
Por su parte, la biometría del comportamiento es un mecanismo que funciona en un segundo plano y detecta el fraude basándose en la forma en la que las personas interactúan con su dispositivo. Así, analiza la velocidad de escritura, el tiempo que mantiene pulsadas las teclas, las pausas y cómo usa el ratón o se desliza por la pantalla.
Fuente: Dirigentes Digital