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Hay que ser muy osado para dirigir una pyme en los tiempos que corren. Pandemias, guerras, crisis financieras…, desde luego, las circunstancias actuales no son nada propicias para mantener a flote un negocio. 

Sin embargo, la actividad económica no se detiene y son los pequeños empresarios quienes están tirando del carro de la economía española. En muchas ocasiones, para sostener sus empresas en funcionamiento, tienen que hacer malabares con su tesorería y reducir, en todo lo posible, los gastos directos e indirectos.

Uno de los gastos fijos que más se ha incrementado en los últimos años es el de la electricidad. Muchas empresas precisan grandes consumos de energía como parte de sus procesos productivos, así que no pueden prescindir de este suministro, pero su coste mensual está causando auténticos descalabros en sus cuentas. Ante esta situación, buscan soluciones que les permitan rebajar la factura mensual sin reducir el consumo energético. 

Revisar el contrato vigente

Lo primero que puede hacer una pyme para tratar de ajustar el coste de la electricidad es revisar las condiciones del contrato eléctrico vigente, porque, en ocasiones la tarifa horaria o la potencia contratada no se adaptan a las necesidades reales de la empresa y eso puede disparar la factura. 

Si los hábitos de gasto eléctrico (días, horas punta…) no se corresponden con el tipo de tarifa acordada o el consumo medio real de la empresa no se aproxima a la potencia contratada, es el momento de estudiar detenidamente las opciones de contratación y modificarlas según vuestras circunstancias actuales.

Comparar tarifas de otras compañías eléctricas

Muchas pymes no analizan las ofertas de las diferentes compañías antes de dar de alta el suministro eléctrico. Sin embargo, ahora resulta imprescindible hacerlo, tanto para las nuevas empresas como para aquellas que llevan tiempo operando, porque cambiarse de compañía eléctrica puede suponer un interesante ahorro mensual. 

Pero no solo eso, ahora, también existe la opción de contratar una tarifa de luz para pymes. Tiene un precio máximo, lo que permite a las empresas despreocuparse de las subidas del mercado eléctrico. ¿Y cuándo baja el coste de la energía? En ese caso, la factura también lo hace. 

Pasarse a la energía limpia

Se denomina energía limpia a la que proviene de fuentes de energía natural no contaminantes, que respetan el medioambiente. Son consideradas “verdes” las energías: eólica, solar, maremotriz y geotérmica.

Los expertos estiman que si el total de las pymes españolas se pasaran a la energía limpia podrían ahorrarse más de 1.500 millones de euros al año. El problema es que muchas empresas creen que para ello es imprescindible realizar obras en sus espacios de trabajo. Lo cierto es que ya no resulta necesario, lo único que hace falta es contratar la electricidad con una comercializadora que garantice y certifique, la procedencia renovable de la energía.

Trucos de ahorro directo

Además de revisar el contrato, comparar tarifas o elegir otro tipo de energía existen algunos trucos que se pueden poner en práctica en el día a día y que pueden traducirse en un ahorro directo para las pymes:

  • Programar el encendido y apagado de luces
  • Cambiar las bombillas y lámparas incandescentes por otras de tipo LED (tienen un consumo un 80% menor)
  • Fomentar la entrada de luz natural 
  • Trasladar los servidores a la nube: al almacenar tus datos en un servidor externo, el gasto eléctrico que conlleva su almacenamiento no irá a cargo de la empresa.
  • Utilizar el modo “ahorro de energía” de los aparatos informáticos.
  • Apagar completamente los aparatos: no dejarlos en modo standby.
  • Programar y regular los horarios y las temperaturas de la calefacción y el aire acondicionado para asegurar el bienestar térmico, pero sin “derrochar” energía.
  • Realizar un mantenimiento periódico de los filtros de la calefacción y el aire acondicionado, si están obstruidos no funcionarán adecuadamente y gastarán más energía. 
  • Revisar anualmente la caldera para garantizar su eficiencia y seguridad.
  • Renovar la maquinaria antigua y sustituirla por otra más eficiente de tipo A.
  • Mejorar el aislamiento térmico de puertas y ventanas.

Plantearse reducir los costes energéticos en una pyme, puede ser complicado pero, poniendo en práctica estos consejos, no es una misión imposible. ¿Listos para comenzar?