Qué son las monedas virtuales o criptomonedas

Las criptomonedas son monedas virtuales que se construyen a partir de una base criptográfica que las hace inmutables y seguras.

Qué son las monedas virtuales o #criptomonedas Compartir en X

Su base tecnológica es el blockchain, la cadena de bloques, que consiste en encadenar datos de transacciones de manera confidencial, con un sello de tiempo que evita que sean alterados y garantiza así la confiabilidad de las transacciones.

Esta tecnología impide modificar los datos y dificulta enormemente los intentos de acceso a esas transacciones. Las criptomonedas nacieron hace ya más de una década como intento de moneda descentralizada, que estuviera al margen de los Bancos Centrales.

Diferencias entre criptomonedas y tokens

La definición más clásica de criptomonedas es que son monedas virtuales que se construyen a partir de una base criptográfica que garantiza su seguridad e inmutabilidad. Sin embargo, en este universo entran en juego también los tokens. Bitcoin y Ethereum son criptomonedas porque ellas tienen sus propios libros de contabilidad independientes, pueden ser enviadas, recibidas y/o minadas, que significa que se pueden crear nuevas unidades de moneda.

Las divisas virtuales tienden a tener las mismas características que el dinero fiduciario y pueden estar destinadas al pago de intercambio de bienes y servicios. Sin embargo, algunas de ellas cumplen con más atributos, pues funcionan también como elemento facilitador de transacciones.

En cambio, los tokens se consideran activos digitales que se usan dentro de un determinado proyecto de blockchain. Estos requieren otra cadena de bloques para funcionar. Ethereum es la plataforma más común para crear tokens, por su función de contratos inteligentes. Los tokens se pueden usar como medio de pago en aplicaciones descentralizadas, las denominadas DApps.

¿Qué valor tienen las criptomonedas?

Las criptomonedas son otra forma de dinero digital, pero no es el único. Esta vía no tiene la garantía de los Estados, pero como su emisión está restringida a una cierta cantidad, su precio está asegurado, así como su rareza y valor.

Bitcoin, la criptomoneda más conocida, tiene un total de monedas emitidas que es limitado, cada cierto tiempo se va reduciendo la cantidad de las mismas y es esto lo que garantiza su valor. Solo la minería es el proceso que permite liberar monedas tras costosos trabajos informáticos que gastan muchos recursos de red.

Saber lo que vale un Ethereum, un Ripple, un Bitcoin o un NEO depende de su cotización en el mercado en ese momento. Al fin y al cabo, no importa cuál sea la forma de las monedas, pues todas ellas obtienen su valor por un acuerdo basado en el crédito. En este sentido, las monedas fiduciarias actuales, las de curso legal, y las criptomonedas, son básicamente similares en lo que se refiere a su valor, pues su valor depende de la confianza.

Las monedas digitales: criptomonedas y monedas virtuales

Moneda digital es un término utilizado para describir a todas las formas de dinero electrónico. En este saco entran tanto las criptomonedas como las monedas virtuales. Las criptomonedas, que son monedas digitales, solo existen en el formato digital o electrónico y son intangibles, no como el dinero fiduciario. Esto implica que se puede hacer uso de ellas únicamente con billeteras electrónicas o redes conectadas designadas. Normalmente no hay intermediarios ni bancos, lo que implica que las transacciones son instantáneas y se aplica una tarifa muy baja, a veces inexistente.

Las monedas virtuales, a pesar de que son digitales por definición, son una forma de dinero digital en un entorno no regulado, emitido y controlado por sus desarrolladores y urilizado como método de pago entre miembros de una comunidad virtual específica. Esa es la definición que la el Banco Central Europeo de las monedas virtuales.

En el sector de los videojuegos, por ejemplo, existen monedas que no están basadas en criptografía y solo aplica a ese escenario. Su uso más habitual es para desbloquear contenido adicional para seguir avanzando en el juego.

El interés creciente de los gobiernos por las criptomonedas

La popularidad de las criptomonedas ha ido creciendo exponencialmente desde su aparición en 2009, con la creación de Bitcoin. Después de ellas llegaron cientos de monedas digitales más hasta el punto de que se tiene constancia en la actualidad de que existen más de 2.500 criptomonedas en la red.

Sin embargo, los gobiernos no comenzaron a prestarles atención hasta hace solo unos cinco años, cuando el valor de algunas de ellas comenzó a aumentar exponencialmente. A nivel europeo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó en octubre de 2015 que el bitcoin y otras monedas virtuales pueden ser intercambiadas libres de impuestos en todo el continente.

Esta decisión judicial aceleró los trámites para regularizar las criptomonedas en todo el continente, algo que se ha ido postergando con el paso de los años, pues muchos países aún no han transpuesto a sus respectivas legislaciones lo acordado en las directivas europeas referidas a esta temática.

Además, a esto hay que sumar la intención de Facebook de crear su propia divisa, Libra, algo que tiene en vilo a muchos países por su incapacidad para controlar esos intercambios y que sea una empresa privada la que regularice la actividad de sus usuarios sin intervención estatal.

Las criptomonedas, en definitiva, son solo datos en internet que se pueden utilizar como método de pago entre usuarios para intercambios de bienes y servicios, pero además tienen una utilidad añadida, servir como escenario para garantizar transacciones seguras y confidenciales.

Los gobiernos se muestran interesados por participar en su regulación, pues temen que tras estas transacciones e intercambios lo que se escondan sean actividades delictivas o fraudulentas.

Para estar al día de las últimas noticias y tendencias, 
suscríbete a la newsletter Dir&Ge