Ruth Cuscó, directora gerente de ASHO, analiza la evolución del mercado de la codificación médica y la gestión sanitaria en los últimos años, destacando cómo la digitalización y la inteligencia artificial están revolucionando el sector.
La directiva comenta sobre cómo estas tecnologías han optimizado procesos, aumentado la precisión y mejorado la eficiencia hospitalaria. También profundiza en los desafíos específicos que enfrentan los hospitales públicos y privados, y comparte las lecciones clave que ASHO ha aprendido durante la pandemia. Finalmente, subraya la importancia de apostar por la innovación constante y la adaptación en un entorno sanitario en rápida transformación, así como la necesidad de una digitalización efectiva y una adecuada capacitación para los profesionales del sector.
- ASHO es líder en codificación hospitalaria y gestión sanitaria, ¿cómo describirías la evolución del mercado de la codificación médica en los últimos años y qué papel ha jugado ASHO en este cambio?
El mercado de la codificación médica ha experimentado una evolución significativa en los últimos años, impulsado principalmente por la creciente necesidad de una gestión sanitaria eficiente y por el auge de la digitalización. La codificación médica ha pasado de ser una función administrativa relativamente manual a convertirse en una pieza clave para la optimización de los recursos hospitalarios, facilitando la gestión de la información clínica y la toma de decisiones basadas en datos.
En todo este proceso, desde ASHO hemos jugado un papel esencial, liderando la implementación de soluciones tecnológicas avanzadas que mejoran la precisión y la eficiencia en la codificación. Nuestra experiencia de más de 25 años nos ha permitido estar a la vanguardia del sector, apostando por la automatización y la inteligencia artificial para optimizar procesos y reducir la duplicidad de tareas. Hemos trabajado estrechamente con hospitales para adaptar nuestras soluciones a sus necesidades específicas, lo que ha sido clave para ayudar a mejorar la eficiencia del sistema sanitario.
- La inteligencia artificial está cobrando cada vez más protagonismo en la sanidad. Desde tu experiencia, ¿cómo crees que esta tecnología transformará la gestión hospitalaria y la codificación en los próximos años?
La inteligencia artificial tiene un potencial transformador en la gestión hospitalaria y, en particular, en la codificación clínica. En ASHO ya estamos utilizando esta tecnología para automatizar procesos que antes eran manuales y laboriosos, como la identificación y clasificación de diagnósticos y procedimientos médicos. Esto no solo reduce el margen de error humano, sino que también permite a los profesionales sanitarios centrarse en tareas de mayor valor añadido, como la atención directa a los pacientes.
De cara al futuro, creo que la inteligencia artificial se convertirá en un pilar fundamental para la toma de decisiones clínicas y la optimización de recursos en los hospitales. Por ejemplo, la predicción de necesidades hospitalarias basadas en datos históricos y en tiempo real puede mejorar la planificación de recursos y la gestión de camas. Además, la capacidad de la IA para aprender y adaptarse permitirá personalizar las soluciones de codificación según las necesidades específicas de cada centro hospitalario, lo que contribuirá a una mayor eficiencia y mejor atención sanitaria.
- Durante la pandemia, la digitalización del sector sanitario aceleró rápidamente. ¿Qué aprendizajes clave extrajisteis de este proceso en ASHO y cómo ha impactado en la empresa?
La pandemia fue un catalizador que aceleró muchos procesos que ya estaban en marcha, pero de una manera mucho más rápida e intensa de lo que habríamos imaginado. En ASHO, vimos cómo la demanda de soluciones de digitalización y automatización creció exponencialmente, lo que nos obligó a adaptarnos rápidamente y a reforzar nuestra capacidad de respuesta, tanto en términos de infraestructura como en la formación de equipos.
Uno de los aprendizajes clave fue la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptación. Los hospitales y centros sanitarios estaban sometidos a una enorme presión, y las soluciones tenían que ser ágiles, escalables y, sobre todo, eficaces. Para nosotros, fue un reto, pero también una oportunidad para mejorar y ajustar nuestras herramientas. Por otro lado, también quedó claro que la digitalización no es una opción, sino una necesidad, y que las organizaciones que no la adopten a largo plazo quedarán rezagadas.
- ASHO ha trabajado tanto con hospitales públicos como privados. ¿Cuáles crees que son las principales diferencias en cuanto a los retos de gestión sanitaria entre ambos sectores?
Tanto en el sector público como en el privado existen desafíos importantes, pero la naturaleza de esos retos es diferente. En el sector público, el principal reto suele ser la burocracia y la lentitud en la implementación de nuevas tecnologías debido a los procesos administrativos y los presupuestos asignados. Además, los recursos suelen estar más limitados y la demanda de servicios es mucho mayor, lo que genera una mayor presión para optimizar la eficiencia sin comprometer la calidad del servicio.
Por otro lado, los hospitales privados suelen tener más flexibilidad a la hora de adoptar nuevas tecnologías, lo que permite una implementación más ágil de soluciones como la codificación clínica automatizada. Sin embargo, el reto en este caso es mantener una relación coste-beneficio que sea sostenible y ofrezca un valor añadido claro en términos de eficiencia operativa y calidad asistencial. En ambos casos, nuestra misión es adaptar nuestras soluciones para responder a sus necesidades específicas y contribuir a la mejora del sistema sanitario en su conjunto.
- La codificación médica ayuda a eliminar la duplicidad de procesos en la sanidad pública. ¿Qué otras áreas de mejora has identificado en el sistema sanitario español?
La duplicidad de procesos es uno de los grandes problemas en la sanidad pública, pero no es el único. Otra área que requiere atención es la integración de los sistemas de información. A menudo, los hospitales y centros sanitarios cuentan con diferentes plataformas y herramientas que no están conectadas entre sí, lo que dificulta la gestión eficiente de los datos y genera retrasos en la toma de decisiones. La interoperabilidad entre sistemas es esencial para mejorar la eficiencia del sistema sanitario.
Además, la formación de los profesionales sanitarios en el uso de nuevas tecnologías es un aspecto crucial. A medida que introducimos soluciones tecnológicas más avanzadas, es fundamental que los equipos médicos y administrativos estén capacitados para utilizarlas de manera eficaz.
- Hablando de sostenibilidad a largo plazo, ¿qué estrategias ha implementado ASHO para mantenerse a la vanguardia en un entorno tecnológico y sanitario tan cambiante?
La clave para mantenernos a la vanguardia ha sido nuestra apuesta por la innovación continua. Desde ASHO no solo trabajamos en la mejora de nuestras soluciones actuales, sino que también estamos constantemente explorando nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, que puedan llevar nuestra oferta de servicios al siguiente nivel.
- Como directora gerente, ¿qué te motiva y te inspira diariamente en tu rol y qué consejos le darías a otros directivos que buscan innovar en sus sectores?
Lo que más me motiva es saber que el trabajo que hacemos en ASHO tiene un impacto directo en la calidad de la atención sanitaria y en la eficiencia de los hospitales. Saber que nuestras soluciones ayudan a los profesionales sanitarios a centrar su tiempo y energía en lo que realmente importa, que es el cuidado de los pacientes, es una gran fuente de inspiración.
Mi consejo para otros directivos sería que nunca dejen de apostar por la innovación y la mejora continua. El mundo cambia rápidamente, y las empresas que no se adaptan están condenadas a quedarse atrás. También les diría que valoren a sus equipos y los mantengan motivados. La tecnología es importante, pero el verdadero motor de cualquier empresa son las personas que la componen.