big data supermercados

Tan solo un 5% de las empresas españolas dedicadas al gran consumo hizo uso de herramientas de big data durante 2017.

La #tecnología #bigdata revoluciona la gestión de los #supermercados Clic para tuitear

Tiempo de Lectura: 2 minutos

El análisis inteligente de los datos recogidos por supermercados puede convertirse en un factor crucial para las empresas de distribución y fabricantes de alimentos y bebidas. La gestión de la información que se extrae de la cesta de la compra puede ayudar a reducir costes a largo plazo, a mejorar la toma de decisiones de las marcas o impulsar la satisfacción del cliente. Sin embargo, según datos del Instituto Cerdá, solo el 5% de las empresas españolas destinadas al gran consumo utilizó herramientas de big data durante 2017.

Las grandes cadenas del sector retail son las que están liderando la implementación de este tipo de soluciones para un uso que va más allá de las ofertas personalidad o la gestión de inventario, sino para utilizarlas transversalmente a lo largo de toda la cadena de suministro. Así, los supermercados están empleando el big data para conocer a los clientes en tiempo real y tomar decisiones de surtido, precios o promociones. Se usan diferentes fuentes internas y externas como la información de las ventas, los datos del consumidor procedentes de los puntos de venta o las cajas de pago, cifras de suministro, información financiera, etc. Así mismo, se pueden utilizar las variables como el clima o los precios de los combustibles para elaborar modelos predictivos de comportamiento.

Por su parte, los algoritmos tienen una aplicación práctica en la cadena de suministro, ya que se utilizan como herramienta predictiva para gestionar existencia o para optimizar el surtido de los lineales en función de la aceptación o la demanda. Esto también es aplicable a la logística, puesto que las soluciones de big data permite planificar, por ejemplo, los productos frescos a encargar y así evitar que se estropeen.

Más cerca del cliente gracias al big data

En lo que respecta al consumidor, el estudio de las tarjetas de fidelización arroja información valiosa sobre los hábitos de compra, el tique de gasto o la frecuencia de visita al establecimiento. La tecnología también ha ayudado al desarrollo de etiquetas electrónicas de precios que varían en función de las ventas del supermercado o la fecha de caducidad del producto. En esta misma línea, algunos supermercados utilizan sensores de movimiento para medir los pasos del cliente y determinar que productos se venden más o menos atendiendo a su lugar de colocación en los lineales.

La tecnología big data también permitirá predecir la cesta del consumidor y adaptar la oferta de los supermercados a las preferencias de los clientes. Jaime Rodríguez, consejero delegado de Euromadi, explica que “estamos asistiendo a una individualización del consumo y la alimentación es un reflejo del estilo de vida y de los valores de cada consumidor, por ello la gestión de los surtidos cada vez es más compleja ya que en el mismo espacio lineal debemos colocar más necesidades de consumo”.

Gracias a la elección previa de los productos que se sacan a la venta se podrá optimizar tiempo y recursos, lo que provocará el incremento de ventas por metros cuadrados, mayor fidelización del consumidor y mayor optimización de los procesos logísticos. En definitiva, el análisis de datos permite que las empresas pasen de un modelo basado en la intuición a uno más eficiente y productivo basado en resultados empíricos que ayudan a una mejor toma de decisiones.

Fuente ABC

¿Quieres estar al día de las últimas noticias de innovación?