Actualmente el nivel de exigencia de los CIOs se está convirtiendo en una especie de ‘misión imposible’, ya que mientras se les pide una mayor implicación en el negocio, también deben responder a todas las problemáticas técnicas que se plantean a diario, como la disponibilidad y ciberseguridad.
Las juntas directivas de las compañías presionan a estos ejecutivos de sistemas para que mantengan los costes bajos en las infraestructuras TIC, a la vez que les exigen un nivel de soporte, calidad y seguridad desconocido hasta ahora. Además, deben ser los líderes del proceso de innovación y transformación digital de las empresas.
Así lo explica IDC mediante un estudio internacional que determina que el 40% de los directivos de negocio de las grandes compañías consideran al CIO como el responsable de liderar la innovación empresarial. De hecho sólo 2 de cada 10 de estos directivos ven al CIO centrado en operaciones de organización.
Pese a ello, una gran parte de los CIO no se focaliza en esta transformación digital. Del total de los 150 directivos de TI encuestados, el 40,7% se ve a sí mismo como operativo, un 34% se considera gestor de servicios, y sólo el 25,3% se describe como agente de innovación.
Además, con respecto a cómo se ven a sí mismos y el área principal de enfoque, el 67,2% se ven centrados en la innovación a largo plazo, y sólo un 26,3% están actualmente orientados a la innovación como principal foco.
De cara al 2018, dos tercios de los CIO a nivel internacional darán el salto a la innovación. Un acto que los expertos de IDC han catalogado como el ‘modelo 3D’. En él se combinan las funciones clave de los directivos de sistemas, donde se incluye innovar en una sociedad multifuncional para crear innovaciones digitales, integrar nuevas plataformas tecnológicas en los servicios comerciales estatales, e incorporar nuevas habilidades, técnicas y cultura en el tejido de la organización de TI.
Por ello, para ser competitivos en este entorno, particularmente los CIO deberán transformar el enfoque de sus operaciones y la intermediación de servicios, haciendo que se entremezclen la colaboración, innovación y nuevos productos y servicios habilitados al mundo digital.
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